La Cumbre Iberoamericana rechaza el muro fronterizo entre EE. UU. y México
España no pedirá visado a los argentinos y Zapatero no hablará del proceso de paz
Las Provincias, 04-11-2006La presencia del Rey de España en la Cumbre Iberoamericana de Montevideo fue factor decisivo para que Zapatero decidiera no pedir el apoyo de la misma al proceso de paz en Euskadi. Los países presentes en la reunión de Uruguay rechazaron el muro fronterizo que Washington va a construir entre Estados Unidos y México. José Luis Rodríguez Zapatero descartó pedir un respaldo de la XVI Cumbre Iberoamericana al proceso de paz en Euskadi porque lo consideró innecesario. La posibilidad de solicitar un apoyo en la reunión de Montevideo ganó enteros en las últimas horas tras unas palabras del ministro de Asuntos Exteriores, quien señaló que el tema estaba en el debate. La idea fue descartada al final, sobre todo por la presencia del Rey en el foro de la capital uruguaya, ya que un respaldo suyo hubiera supuesto una toma de partido por parte de don Juan Carlos en un asunto de gran controversia política en España.
La delegación española recibió un sinfín de ofertas de colaboración si se decidía finalmente a pedir el aval de la comunidad iberoamericana al proceso de paz abierto tras el alto el fuego de ETA del pasado día 22 de marzo. Hasta Cuba y Venezuela, países con varios terroristas refugiados en su territorio, se mostraron abiertos a secundar al Gobierno de Rodríguez Zapatero para que la declaración final de la Cumbre Iberomericana recogiera una resolución en ese sentido. Además de Cuba y Venezuela, al menos México y también Uruguay albergan a miembros de ETA, sobre los que en algunos casos pesan solicitudes de extradición de España.
Apoyo a Álvaro Uribe
El jefe del Ejecutivo declinó aceptar los ofrecimientos, pero los aprovechó para decir que todos los países de América Latina y Portugal apoyan al Gobierno en sus objetivos de buscar la paz, así como España respalda los esfuerzos de otros países inmersos en procesos similares, en alusión a Colombia. El Gobierno de Bogotá, sin embargo, incluyó una comunicación anexa a la declaración final en el que la comunidad iberoamericana secunda los planes de Álvaro Uribe para poner fin a la guerrilla.
Igualmente, en las razones gubernamentales para no poner sobre la mesa una petición de apoyo al proceso de paz pesaron dos circunstancias: la presencia del Rey y la experiencia en el Parlamento europeo. Un apoyo de la cumbre de Montevideo al proceso de paz hubiera llevado la rúbrica de don Juan Carlos como jefe de Estado de España, una alineación que hubiera suscitado consecuencias imprevisibles en España por la oposición del Partido Popular.
También pesó en la decisión del Gobierno la, al menos, polémica experiencia en la Eurocámara que sólo sirvió para exportar la división interna a Europa y, de paso, dar satisfacción a la vieja reivindicación de ETA y su entorno de internacionalizar el conflicto vasco. Un pronunciamiento iberoamericano, a juicio del Ejecutivo, hubiera sido interpretado en la mismo dirección.
El visado y el muro
Los ministros de Asuntos Exteriores se quedaron, en consecuencia, sin abordar el asunto y se centraron en el aspecto medular de la reunión: las migraciones. En este sentido se despejaron dos incógnitas: España no exigirá visado a los argentinos que quieran entrar y la comunidad iberoamericana rechazó la construcción por parte de Estados Unidos del muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal, con una ley que autoriza a construir 1.100 kilómetros de muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. La delegación española, secundada por otras, se empleó a fondo para que la palabra condena que aparecía en la propuesta mexicana sobre el muro estadounidense fuera rebajada a rechazo que, al final, concitó sin dificultades, en palabras de Miguel Ángel Moratinos, el consenso de todos los ministros de Asuntos Exteriores de los 22 países que están presentes en la cumbre de Montevideo.
El texto, que aún debe ser ratificado por los mandatarios el domingo al final de la Cumbre, subraya que los países iberoamericanos hacen un firme llamado al Gobierno de los Estados Unidos para que reconsidere seriamente la construcción del muro divisorio en América.
Dircurso del Rey
La Cumbre Iberoamericana fue inaugurada con un solemne acto en un céntrico teatro de Montevideo, en el que fue notoria la ausencia de los jefes de Estado de siete de los 22 países miembros. En la ceremonia de apertura, el Rey subrayó el potencial de la comunidad hispano – lusa de ambos orillas del Atlántico que tiene una creciente presencia e indudable vitalidad en el mundo.
Siete deserciones que pueden ser ocho porque el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, alimentó durante toda la jornada el misterio sobre su presencia en Montevideo. Desde la embajada del país caribeño se negó que fuera a viajar a la capital uruguaya, pero los organizadores de la cumbre mantuvieron hasta el último momento la esperanza. El desenlace se conocerá hoy, cuando comiencen las reuniones de trabajo.
Si Chávez no acude se sumará a la lista que forman los presidentes de Brasil, Cuba, Perú, Panamá, República Dominicana, Nicaragua y Guatemala. Fiestas nacionales, elecciones, estados de salud y agendas internas fueron aducidos para justificar las ausencias.
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