Zapatero enmienda la plana a Moratinos dos veces en sólo tres días
El presidente niega que busque el apoyo de la cumbre iberoamericana para
La Razón, 04-11-2006montevideo – El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se
ha visto obligado a enmendar la plana a su ministro de Asuntos Exteriores,
Miguel Ángel Moratinos, en dos ocasiones en tan sólo tres días. A
comienzos de esta semana, Moratinos encendió la luz de alarma al insinuar
que Zapatero pretendía recabar el respaldo de la cumbre Iberoamericana
para el «proceso de paz» en España. Cuestión desmentida por el propio
presidente.
El jefe del Ejecutivo español afirmó ayer que el
Gobierno no tiene «ninguna previsión» de sacar adelante una declaración de
apoyo al proceso en esta cumbre. «No lo hemos hecho porque no lo
consideramos necesario. Todos los gobiernos iberoamericanos apoyan al
Gobierno de España en lo que representan sus objetivos en aras de la
búsqueda de la paz y el fin de la violencia, como España los apoya allí
donde existan problemas de violencia».
Fuentes diplomáticas
rechazaron tajantemente la posibilidad de que otro país acabe presentando
una propuesta para incluir en la declaración final el apoyo de la Cumbre
al llamado «proceso de paz» en el País Vasco. «No va a haber nada de eso»,
aseguraron a LA RAZÓN. «Nosotros no hemos tenido ningún contacto con otros
países y ninguno de nuestros socios iberoamericanos nos ha comunicado que
tengan intención de hacer algo parecido». Si alguna delegación viniera con
intención de promover la moción se podría decir que, hasta el momento, ése
es uno de los secretos mejor guardados de esta Cumbre, en la que la
inmigración es el lema y el centro de los debates.
Pero ya
antes de que el propio Zapatero desmintiera la noticia, fuentes de La
Moncloa habían hecho lo propio el pasado jueves. Pese a esta rectificación
en toda regla, el titular español de Exteriores no se dio por aludido y
volvió a la carga con el anuncio de la obligatoriedad del visado para los
ciudadanos argentinos que vengan a España. La vicepresidenta primera del
Gobierno, al término del Consejo de Ministros, se vio ayer forzada, ante
las preguntas de los periodistas, a negar la implantación de esta medida.
Ante semejante rectificación, el propio ministro negó ayer la mayor. «No
dije lo que se ha puesto», afirmó, para luego cargar contra el mensajero:
«La periodista no hizo una pregunta específica sobre Argentina», fueron
sus justificaciones, cuando se le planteó por lo que publicó el diario
Clarín de Buenos Aires respecto a la posibilidad de que España pida visado
a los ciudadanos argentinos.
Sin embargo, el ministro de Exteriores
tuvo que echar marcha atrás inmediatamente después, cuando otra periodista
le recordó que la conversación publicada por Clarín está grabada. El
responsable de la diplomacia española no pudo ocultar un gesto de disgusto
y respondió: «Quizá no le entendí el sentido en el que me hizo la
pregunta, pero en todo caso no voy a entrar en polémicas innecesarias».
Moratinos por fin, dijo otra vez Diego donde dijo digo, y confirmó lo que
ya había hecho De la Vega: «No hay intención de pedir visado a los
argentinos».
Pero si el presidente del Gobierno había sido
concluyente respecto al proceso de paz, prefirió pasar de puntillas sobre
su encontronazo diplomático con Uruguay por las trabas a sus emigrantes en
España. Sobre este problema hizo, sin decir nada, un cántico a la buena
voluntad de los seres humanos y de los países. En Montevideo ayer, a la
hora de cerrar esta edición, estaban previstas marchas de protesta en las
que también se culpa al Rey Juan Carlos, por lo que se considera aquí una
afrenta y un agravio de la «madre patria» hacia un país que acogió, en
diferentes momentos de su historia, a cientos de miles de españoles. Un
diplomático uruguayo consultado por este diario hizo gala de su condición:
«Zapatero tiró la bola out ¿sabé?»
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