CUMBRE DE MONTEVIDEO / El debate sobre la inmigración

España suaviza una condena a EEUU por el muro con México

El Mundo, 04-11-2006

El ministro Moratinos rectifica y asegura que «no está en el debate europeo» imponer la necesidad de visado a los ciudadanos argentinos España rompió ayer una lanza en favor de EEUU e intercedió para evitar que los 22 países iberoamericanos emitieran una declaración especial de rotunda condena contra Washington por la decisión de construir un doble muro a lo largo de 1.126 kilómetros en su frontera con México.


Finalmente, las demandas maximalistas que reclamaban una condena firme, similar a la que las Cumbres Iberoamericanas han aprobado año tras año, a instancias de Cuba, contra la Ley Helms Burton y el embargo que Washington impone a la isla caribeña, se vieron sustancialmente rebajadas hasta el punto de que en el texto que hoy aprobarán los jefes de Estado y de Gobierno no figura la palabra «condena» y todo se solventa con la expresión «rechazo».


Pese a todo, el texto no es suave ya que asegura que el muro «es una práctica incompatible con las relaciones de amistad y cooperación entre estados» y añade que «no detiene» la inmigración sino que, bien al contrario, «incita a la xenofobia y favorece la aparición de grupos de traficantes». En definitiva, los países iberoamericanos concluyen que se trata de «una medida unilateral contraria al espíritu de entendimiento».


España movió los hilos negociadores para conseguir que el presidente Vicente Fox aceptara no elevar demasiado el tono de la protesta. Ello explica el hecho de que el presidente mexicano, cuando fue preguntado el jueves acerca de esta cuestión, recondujera la polémica asegurando que la fórmula más oportuna no era la de la condena rotunda.


Finalmente la declaración que hoy verá la luz expresa el «rechazo» de los 22 países iberoamericanos a la decisión de EEUU de construir un muro de separación con México y se insta a la Administración norteamericana a «reconsiderar» el contenido de la ley e intentar buscar una fórmula dialogada y negociada con México para regular la inmigración de manera ordenada, con respeto a los Derechos Humanos y a la dignidad de las personas.


Arduas negociaciones


El comunicado a propósito del doble muro cobra en esta ocasión especial relevancia porque el centro de los debates de la Cumbre es, precisamente, el fenómeno de las migraciones. El compromiso que adoptarán hoy los líderes iberoamericanos sobre esta cuestión ha sido arduo de negociar, tal y como reconocía ayer el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien, no obstante se mostraba satisfecho por el resultado logrado que, a su entender, «marca un punto de inflexión» porque ha permitido pactar una visión compartida en favor de los flujos «ordenados y legales».


El compromiso de Montevideo pone el acento en la necesidad de fomentar la inmigración legal, lo que viene a significar la inmigración con contrato de trabajo y en función de las necesidades del mercado laboral del país de acogida. Ayer, Moratinos recalcó que España «quiere incrementar su capacidad de recepción».


El ministro español hubo además de aclarar las afirmaciones que hizo el miércoles en una entrevista con el diario Clarín de Argentina y que suscitaron de inmediato la polémica en Buenos Aires. Moratinos sugería que en el debate de la UE se encontraba la posibilidad de imponer la exigencia de visado a los ciudadanos argentinos. Ayer, el ministro hubo de reconducir sus palabras y admitir que, aunque las pronunció, en realidad se estaba refiriendo al caso de Bolivia, un país al que sí se sopesa en Bruselas la posibilidad de imponerle el visado. «No está», aseguró Moratinos, «en la voluntad del Gobierno ni en el debate europeo, la idea de exigir visado a los argentinos». «Argentina», añadió, «no debe tener ninguna preocupación». El ministro negó que la estrategia de la UE sea la de ir imponiendo visa a todos los países.


La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, recordó ayer que «la exigencia de visados para viajar a la UE es una competencia de la UE y, por tanto, quien establece los visados a todos los países para viajar a Europa es Europa», informa Agustín Yanel.

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