ALDIA

«Trabajé dos días en Tolosa y me fui porque sentí miedo»

Diario Vasco, 03-11-2006

«Ya es hora de abrir los ojos y ver la realidad. Y si hay que cambiar algo que lo cambien. Los de arriba los responsables de Diputación que se acerquen a ver la realidad y que pasen sólo dos horas en el centro de acogida de Tolosa. Después de verlo que opinen, pero viendo la realidad». Son palabras de Edurne su nombre es ficticio, una joven que trabajó dos días en el centro de acogida de menores inmigrantes de Tolosa. No aguantó más tiempo porque sintió «miedo».

«El día que me llamaron ofreciéndome el trabajo cuenta fue un día genial. Por fin iba a trabajar con inmigrantes. Siempre había soñado con ese tipo de trabajo. Un amigo me preguntó a ver si estaba loca. Cuando llegué allí y vi la respuesta se me cayó el cielo encima». Edurne reconoce que «quizá lo tenía demasiado idealizado o no sirvo para ese trabajo», pero asegura que las condiciones profesionales y, sobre todo, el comportamiento de los menores son «sin ningún tipo de respeto». La joven prefiere no entrar en detalles, porque, dice, «son muy desagradables».

«De todos modos, tampoco creo que toda la culpa sea de los menores», puntualiza. «Hay que analizar cómo ha sido su trayectoria desde su llegada, qué ha ocurrido en las primeras peleas, qué consecuencias han tenido después sus actuaciones, qué se les da y qué se les pide a cambio».

«Los inmigrantes continúa la joven vienen por necesidad o porque en su país no están bien o porque quizás saben que aquí hagan lo que hagan no se les va a hacer nada porque, claro, son menores, saben perfectamente desde su lugar de origen que aquí existe una Ley del Menor, que no les va a ocurrir nada aunque roben, amenacen o peguen a cualquiera. Como son menores…»

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