L. AYLLÓN / C. DE CARLOS/ENVIADOS ESPECIALES. MONTEVIDEO
En vísperas de la inauguración de la Cumbre Iberoamericana, Miguel Ángel Moratinos, encendió ayer la chispa de la bomba de relojería que es la emigración en Iberoamérica. El ministro de Asuntos Exteriores, en una entrevista al diario ‘Clarín’, aseguró que España no sólo «no descarta» solicitar una visa a los argentinos en el futuro, sino que el asunto se encuentra en «debate». Las declaraciones de Moratinos, horas antes de llegar a Montevideo, provocaron un profundo malestar en la delegación argentina. Precisamente el epígrafe que preside esta decimosexta edición del foro iberoamericano versa sobre ‘Migraciones y Desarrollo’. Tema de alta sensibilidad en la región, lo cierto es que los debates de la cumbre estarán centrados, de una u otra manera, en esta materia y en los derechos de los inmigrantes.

Trato recíproco

«Hay algunos países que ya tienen visado, como Colombia. La opinión pública de los que no lo tienen debe comprender que es un instrumento para ordenar de forma más legal la circulación de las personas». Las explicaciones del ministro no obtuvieron respuesta oficial del Gobierno de Kirchner, pero el abogado de la Casa de Argentina en España, Carlos Slepoy, advirtió que «una medida de esa naturaleza violaría el acuerdo de supresión de visas por lo que podrían plantearse denuncias. España quiere establecer un control férreo sobre la migración, pero si lo hace, pedimos al Gobierno argentino que se ponga firme o los españoles tendrán que tener un trato recíproco».

Se estima que el año pasado unos tres millones de personas, salieron de Iberoamérica con destino sobre todo a Europa y a EE. UU., pero también desde los países iberoamericanos menos desarrollados hacia los que están en mejor situación. La cuestión de si debe tratarse la emigración como un derecho humano o simplemente como un derecho a trasladarse a otros lugares – posición que defiende España – estará también presente en las discusiones para elaborar el ‘Compromiso de Montevideo’. En ese texto se abogará, previsiblemente, por un tratamiento integral de las migraciones y por la lucha contra la inmigración clandestina y las mafias. Además, se subrayará la necesidad de seguir abaratando el coste de las remesas de los emigrantes – que el año pasado alcanzaron los 42.300 millones de euros – .

El Gobierno de Fox decidió ayer retirar un texto de condena a la decisión de Washington de levantar un muro de 1.200 kilómetros en algunas zonas de la frontera común con México para frenar la inmigración clandestina.