Moratinos enciende la chispa de la emigración al plantear un visado para los argentinos

ABC, 03-11-2006

CARMEN DE CARLOS

LUIS AYLLÓN

ENVIADOS ESPECIALES

MONTEVIDEO. En vísperas de la inauguración de la Cumbre Iberoamericana, Miguel Ángel Moratinos, encendió ayer la chispa de la bomba de relojería que es la emigración en Iberoamérica. El ministo de Asuntos Exteriores, en una entrevista al diario «Clarín», aseguró ayer que España no sólo «no descarta» solicitar un visado a los argentinos en el futuro sino que el asunto se encuentra «en debate».

Las declaraciones de Moratinos, horas antes de llegar a Montevideo, provocaron un profundo malestar en la delegación argentina. Precisamente el epígrafe que preside esta XVI edición del foro iberoamericano versa sobre «Migraciones y Desarrollo». Tema de alta sensibilidad en la región, lo cierto es que los debates de la cumbre van a estar centrados, de una u otra manera, en esta materia y en los derechos de los inmigrantes.

«No se descarta. Está en debate. Hay algunos países que ya tienen visado, como Colombia. La opinión pública de los que no lo tienen debe comprender que es un instrumento para ordenar de forma más legal la circulación de las personas». Las explicaciones del ministro no obtuvieron respuesta oficial del Gobierno de Nestor Kirchner, que prefirió no airear más el asunto pero el eco de sus palabras cruzó las fronteras. A buen seguro que el asunto estuvo presente en la conversación que mantuvieron ayer en la Casa Rosada el propio Kirchner y Moratinos, que realiza una visita oficial a Argentina.

Violación de acuerdos

Por su parte, el abogado de la Casa de Argentina en España, Carlos Slepoy, advirtió que «una medida de esa naturaleza violaría el acuerdo de supresión de visados por lo que podrían plantearse denuncias en el marco de la Unión Europea». «España quiere establecer un control ferréo sobre la migración pero, si lo hace, pedimos al Gobierno argentino que se ponga firme o los españoles tendrán que tener un trato recíproco», manifestó.

Se estima que el año pasado unos tres millones de personas, salieron de Iberoamérica con destino sobre todo a Europa y a Estados Unidos, pero también se movieron desde los países iberoamericanos menos desarrollados hacia los que se encuentran en mejor situación. La cuestión de si debe tratarse la emigración como un derecho humano o simplemente como un derecho a trasladarse a otros lugares – posición que defiende España – estará también presente en las discusiones para elaborar el «Compromiso de Montevideo». El texto subrayará la necesidad de seguir abaratando el coste de las remesas de los emigrantes – que el año pasado alcanzaron los 54.000 millones de dólares.

Mientras, el Gobierno de Vicente Fox, anunció ayer que no llevará a la Cumbre, como se había dicho, un texto de condena a la decisión de Estados Unidos de levantar un muro de 1.200 kilómetros en algunas zonas de la frontera común con México para frenar la inmigración clandestina. Cuestión polémica, hasta ayer sólo Colombia había dado un respaldo público, aunque se esperaban también otros apoyos. El Gobierno español se había mostrado cauteloso hasta conocer el contenido del comunicado especial. Arenas movedizas para España, que también intenta frenar la avalancha de inmigrantes clandestinos. En los pasillos de la Cumbre se recordaba la existencia de las verjas de Ceuta y Melilla en los pasos fronterizos con Marruecos.

Por otra parte, la Cumbre no contará con la presencia de Su Majestad la Reina, que tuvo que quedarse ayer en Madrid, aquejada de una gripe.

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