Un compromiso sobre inmigración, eje de la Cumbre Iberoamericana

El Mundo, 03-11-2006

MARISA CRUZ. Enviada especial

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, sugiere que España podría imponer visado a la entrada de ciudadanos argentinos Los 22 países que integran la comunidad iberoamericana cerrarán este fin de semana un acuerdo que definirá las bases de la regulación migratoria hacia Europa y especialmente hacia España.


El Compromiso de Montevideo, según la diplomacia española, abordará «con un enfoque realista y práctico» un fenómeno que afecta ya a 30 millones de latinoamericanos que, por motivos económicos en la mayoría de los casos, pero también por razones políticas, han abandonado sus países de origen para encaminarse hacia EEUU y Europa.


El primer obstáculo con el que han topado los ministros de Asuntos Exteriores y los altos funcionarios que desde hace semanas trabajan en el texto que deben firmar los 22 jefes de Estado y de Gobierno, ha sido el de definir la «migración» y en función de ello perfilar las estrategias a adoptar para controlarla.


Dos enfoques se han enfrentado desde el principio: por un lado los países emisores, que pretenden destacar la vertiente de la cooperación al desarrollo como instrumento esencial para evitar los flujos masivos y la clandestinidad; y de otro, los países receptores – España entre ellos – para los que la regulación es un asunto urgente que debe incluir, además de ayuda, medidas de control en origen y en destino.


Los países receptores, con Madrid al frente, han conseguido que se reconozca su derecho a establecer determinadas barreras en función de su situación interna, particularmente la del mercado de trabajo. Para lograrlo ha sido esencial impedir que la emigración se defina como un derecho fundamental – al que no se podría poner trabas – , y en su lugar abordarlo como un derecho de libre circulación que, en determinadas circunstancias, sí puede ser restringido.


La posición española hace hincapié en la fórmula de la emigración con contrato de trabajo como vía más adecuada para facilitar la integración en las sociedades de destino y conseguir que el fenómeno resulte beneficioso tanto para los países emisores como para los receptores.


España apuesta también, y así se recogerá en el Compromiso de Montevideo, por abaratar al máximo las remesas que envían los emigrantes a sus países y que, en el caso de América Latina, se calculan ya en 60.000 millones de dólares en el 2006, de esta cifra, 45.000 millones procede de EEUU donde viven y trabajan más de 12 millones de latinoamericanos. Desde España se enviarán remesas por casi 5.000 millones de dólares. Los residentes legales latinoamericanos en España rozan los 800.000.


El grupo más numeroso procede de Ecuador, seguido de Colombia, Argentina y Perú. Argentina acude a la cumbre con el temor de que España decida imponer visados a los argentinos. De hecho, el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, sugirió esta posibilidad en declaraciones a la prensa porteña. La idea de que se impongan visados a los ciudadanos de este país ha causado revuelo en Argentina, y algunas organizaciones como la Casa Argentina de España han solicitado ya que, si se lleva adelante una medida así, las autoridades de Buenos Aires deberían reaccionar con una iniciativa similar para los españoles que quieran entrar en el país.


Sobre la represenación cubana las previsiones apuntan a que será el vicepresidente Carlos Lage quien encabece la delegación cubana, aunque en España no se descarta la posibilidad de que finalmente La Habana dé la sorpresa con la presencia del presidente interino y hermano de Fidel Castro, Raúl Castro.


La delegación española estará encabezada por el Rey y el presidente del Gobierno. Zapatero mantendrá encuentros bilaterales con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, el peruano Alan García, la chilena Bachelet y el costarricense Arias.

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