Sucesos

Detenido el vigilante

El Mundo, 02-11-2006

LUIS F. DURAN

El vigilante que disparó a una mujer en la estación de El Soto de Móstoles fue detenido por la policía. Llevaba dentro de sus bolsillos unos ‘nunchacos’ de hierro y una navaja El vigilante de seguridad de 43 años, vinculado a la empresa Vinsa, que el pasado martes por la noche disparó con su arma reglamentaria a una mujer en un vagón de Renfe en Móstoles, fue detenido por un delito de lesiones por los agentes de la comisaría tras ser dado de alta en el hospital. Hoy será puesto a disposición judicial. En el momento de su arresto llevaba consigo unos nunchacos de hierro y una navaja. La policía le requisó estas armas en la comisaría.


La compañía ferroviaria ha pedido a la empresa de seguridad que el vigilante fuese despedido. El empleado disparó un tiro a una mujer angoleña de 40 años a la que llamó la atención porque supuestamente se había quedado dormida en el vagón. La víctima, Ana Lourdes da Silva, nacida en Angola en 1966, sufrió un impacto de bala en el muslo derecho. Fue trasladada al hospital de Móstoles por los médicos del Summa. El proyectil no le afectó ninguna arteria, según fuentes médicas.


Los médicos también trasladaron al hospital de Móstoles al vigilante, que sufrió un mordisco en la cara y varias magulladuras.


Los hechos ocurrieron sobre las 22.00 horas en la estación de El Soto de la localidad de Móstoles, cabecera de la línea de Cercanías.


El vigilante se acercó a la mujer que estaba dormida. La reacción de la mujer fue muy agresiva. Se negó a abandonar el vagón. Según la versión policial, comenzó a gritar y a golpear al vigilante. El vigilante llegó a poner el grillete a la mujer, que consiguió soltarse.


A continuación, el empleado usó el arma reglamentaria, un revólver, y disparó en las piernas a la mujer. El empleado dijo a los agentes que disparó a propósito para reducirla. «Soy buen tirador, por eso apunté a la pierna», recalcó. En la estación había otro vigilante que no intervino en la trifulca. La policía detuvo al empleado de seguridad por un delito de lesiones, ya que consideró que no «era necesario disparar a la mujer».


Varios responsables de la empresa de seguridad Vinsa se trasladaron tras los hechos a la comisaría de Móstoles. La firma ha abierto una investigación del caso.


Fuentes de la compañía ferroviaria Renfe indicaron que no era la primera vez que la mujer había provocado altercados en la misma estación de El Soto de Móstoles. La mujer herida no llevaba ningún tipo de documentación. Posteriormente, la policía descubrió que residía en Vallecas.


Como consecuencia de esta agresión y de otras ocurridas en los últimos días en Móstoles, varios colectivos han convocado para mañana una manifestación contra los ataques de los vigilantes de Renfe y el Metro.


El presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, también censuró ayer la actuación del vigilante de seguridad. «La Ley de Seguridad Privada tiene como principio de actuación evitar la violencia, plantear un trato correcto y digno a las personas y utilizar proporcionadamente los medios que tienen a su disposición», manifestó.


«No parece que éste sea el caso. Es más, puede que el vigilante actuase bajo algún principio xenófobo al ser una mujer de raza negra la pasajera que se había quedado dormida. Por mucho que gritara, no se puede disparar a alguien. El vigilante debería haber llamado a su compañero», subrayó Ibarra. También indicó que el Ministerio del Interior no debería permitir que los vigilantes que prestan servicios en transportes públicos lleven armas de fuego. «Deberían controlar más su proceso de formación y selección», agregó.


UN SOLO POLICIA Y SIN COCHES PATRULLA


La comisaría de Móstoles funciona bajo mínimos en algunos servicios. En la noche del pasado lunes sólo había un funcionario para atender la oficina de denuncias de una localidad de más de 250.000 habitantes.


No es el único problema que se sufre en estas dependencias. Tampoco cuentan con coches patrulla. Además, los pocos que hay los cede a una productora para grabar los episodios de una serie de policías, según la denuncia de la Unión Federal de Policía (UFP).


Todos estos problemas se han visto agravados en los últimos días ya que varios coches patrulla están de baja al quedar fuera de servicio tres de ellos durante una persecución. El sindicato Unión Federal de la Policía (UFP), con más de 3.600 afiliados en la Comunidad de Madrid, ha denunciado el caso y ha exigido medidas urgentes para que no se repitan hechos similares.


El secretario general de UFP – Madrid, José Canales, calificó de «vergonzoso e inmoral» que se ceda un vehículo policial para el rodaje de una serie de televisión, cuando hay tantas necesidades de vigilancia y de atención a las reclamaciones de los vecinos de Móstoles.


«Lo manda la Dirección General de la Policía para la buena imagen del cuerpo, pero no se dan cuenta de que los madrileños no podemos depender de la serie ‘El comisario’», concluye.

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