Sesenta mil inmigrantes tienen reconocido el derecho a la asistencia sanitaria en la CAV
De ellos, 9.800 son niños, 46.500 adultos y 3.100, ‘‘sin papeles’’; en Nafarroa, los extranjeros con Tarjeta Sanitaria (TIS) ascienden a 52.059
Deia, 01-11-2006Nekane Lauzirika Bilbao
MÁS de sesenta mil extranjeros tienen reconocido el derecho a la asistencia sanitaria en la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAV). De ellos, 9.800 son niños y niñas; 46.500 adultos y 3.100 corresponde a los denominados ‘‘sin papeles’’. Estas cifras suponen sólo el 2% del total de la población de la CAV que se sitúa en torno a los dos millones doscientas mil personas. En la Comunidad foral de Nafarroa los inmigrantes que tienen en su poder la Tarjeta Individual Sanitaria (TIS) han experimentado un crecimiento de un 17% desde 1997 y a finales de julio de este año, de las 594.307 personas con TIS en la Comunidad foral, 52.059 eran extranjeros.
En la CAV y también en la Comunidad foral de Navarra el volumen de inmigración se ha dejado notar en mayor media a partir del año 2000. «El aumento de las Tarjetas Individuales Sanitarias (TIS) se ha producido por el acceso de los extranjeros al sistema. Son personas jóvenes y sanas con pocos problemas de salud»,explica a DEIA Josu Garay, director de Financiación y Contratación Sanitaria del Departamento de Sanidad.
En ambas comunidades tienen derecho a la sanidad pública todas aquellas personas que estén empadronadas, las que cotizan y las que demuestren que no tienen recursos. Los ‘‘sin papeles’’ tienen asistencia de carácter urgente. «Ninguna persona que requiera asistencia sanitaria deja de tenerla porque no tenga su situación regularizada en la CAV o en el Estado o porque no tenga la TIS», reconoce Garay.
Los inmigrantes que utilizan los servicios de Osakidetza provienen principalmente de países de América Latina, en el 60% de los casos, seguidos de países del continente africano, 18%, y en un 15% de los países del Este de Europa. «La mayoría son gente que tiene entre 25 y 45 años; sin ninguna patología importante. Son gente sana. Hay que desmitificar la idea de que los inmigrantes traen enfermedades, porque es incierto. Las personas que llegan suelen estar muy bien de salud y al final acaban teniendo las mismas patologías que la población autóctona», apostilla Josu Garay, quien como única excepción cita el caso de los bebés y los niños y niñas: «Este colectivo, aunque no requiere cuidados muy especiales, sí debe de ser sometido a un seguimiento, principalmente, por el tema de las vacunas. Es posible que en sus países no hayan recibido los antídotos de nuestro calendario vacunal, pero nada más».
Sin estudio económico
Para el director de Financiación y Contratación Sanitaria del Departamento de Sanidad del Gobierno vasco, el acceso de estas sesenta mil personas a las prestaciones de Osakidetza no suponen un costo riguroso, «ya que con su trabajo e impuestos lo cubren, aunque hay que reconocer que no existe un estudio económico de la situación creada».
El gasto sanitario por habitante y año en la CAV se sitúa en torno a los 1.164 euros. «El coste para cubrir la asistencia médica de sesenta mil habitantes ha venido a suponer unos 70 millones de euros, sólo hemos dedicado a este apartado unos once mil millones de las antiguas pesetas (66 millones de euros), un coste perfectamente asumible. Otro tema diferente será a largo plazo cuando se plantee las jubilaciones y otro tipo de demandas de este colectivo de personas que cada día va ‘‘in crescendo’’», reconoce Garay, al tiempo que apostilla «que a corto plazo el impacto económico no será muy importante».
Algo similar ocurre en Nafarroa donde la evolución del número de tarjetas sanitarias en este colectivo ha sido llamativa puesto que en el año 1997 había 3.289 inmigrantes con esta tarjeta y ahora superan los cincuenta mil. De hecho, los últimos datos que maneja el Servicio Navarro de Salud reflejan un acusado aumento de la población susceptible de atención sanitaria en Nafarroa durante la última década. En concreto, el crecimiento ha sido de 86.406 personas y, de ellas, más de la mitad son inmigrantes.
Uno de cada cuatro nuevos propietarios de la TIS tienen menos de 15 años mientras que un 11% superan los 64 y un 22% tienen edades comprendidas entre los 45 y los 64 años. De las cerca de seiscientas mil personas que hay en Nafarroa con tarjeta sanitaria 139.433 tienen asegurada la prestación farmacéutica gratuita por ser jubilados y otras causas.Así, el aumento de las tarjetas que acreditan el derecho a la asistencia sanitaria en Nafarroa ha sido de un 17% en la última década y más de la mitad de este crecimiento, en concreto un 9,6%, se debe a inmigrantes de los que, según los últimos datos del Servicio Navarro de Salud, uno de cada cuatro proceden de Ecuador: 13.209 personas, el contingente más amplio de Latinoamérica, de donde llega el 50%. Del resto, el 16% procede de distintos países de la Unión Europea, aunque también hay de Nigeria, Senegal, China o Mali.
El director general de Salud navarro, Javier Sada, ha destacado que si bien el sistema sanitario está absorbiendo el aumento del número de personas con tarjetas sanitarias será preciso llevar a cabo en el futuro «cambios organizativos y en el funcionamiento del sistema», junto a las mejoras en infraestructuras y aumento de recursos humanos habituales para la atención sanitaria. Sada apunta a aspectos como la apertura de quirófanos por la tarde o el aumento de las consultas vespertinas. «Deben ser cambios enfocados hacia el paciente y al mismo tiempo dirigidos a optimizar recursos», señala.
El sistema sanitario, según reconoce el responsable sanitario navarro, «no está al límite»a pesar del aumento de la población con derecho a asistencia y a que crece el segmento de población de más edad. «El sistema sanitario tiene recursos y estamos llevando a cabo actuaciones para adaptarnos a la nueva sanidad», asegura Javier Sada.
(Puede haber caducado)