ARANTXA ALDAZ

SAN SEBASTIÁN. DV. «Sorprendido y enfadado». Las declaraciones de la diputada para los Derechos Humanos, Mari Carmen Marín, publicadas ayer en este periódico, no han gustado nada al alcalde de Tolosa, Jokin Bildarratz (PNV), quien denuncia la situación de «grave conflicto» generado por la presencia de menores inmigrantes acogidos en el centro de la villa papelera.

El primer edil tolosarra no comparte en absoluto la opinión expuesta en una entrevista por la diputada y pide a la Diputación de Gipuzkoa «que no engañe a la gente con falsas fotografías». Marín aseguraba que «es falso que los menores extranjeros que llegan a Gipuzkoa generen delincuencia», una afirmación que avaló con datos. De las 64 notificaciones de menores infractores en Gipuzkoa, dos de ellos son extranjeros y el resto guipuzcoanos, apuntó la diputada.

Las cifras forales no coinciden con las aportadas ayer por Bildarratz. «En lo que va de año, la Er-tzaintza ha tenido 150 actuaciones con este colectivo el de los menores inmigrantes del centro de Tolosa, de los cuales el 50% se han dado en el propio centro y el 50% fuera del mismo. De esas 150 actuaciones, en torno a 58 han sido diligenciadas, lo cual ha implicado 109 imputaciones de tipo penal. Son datos aportados por la Ertzaintza a día de hoy por ayer. Es un conflicto continuo».

Pese al crudo panorama que dibuja, el edil nacionalista no quiere caer en «un discurso racista» ni que sus palabras se malinterpreten. Al contrario, pretende hacer una reflexión «solidaria» y, sobre todo, sincera, por deferencia a los vecinos de Tolosa, «que tendió la mano» en su día al centro de acogida de menores. «Esto no es la Arcadia feliz afirma. Lo que sentimos y vemos todos los días en la localidad es un conflicto evidente. La gente me para por la calle. Están muy enfadados, porque hay una constatación de que las cosas no se están haciendo bien, de que han surgido problemas que antes no se daban. Y sobre todo, existe una sensación de que no se actúa con contundencia para resolver los conflictos que se generan».

Peleas y drogas

El discurso de Bildarratz suena contundente y muy crítico con la conducta de la Diputación. «No debemos cerrar los ojos ante una realidad problemática y dibujar una Arcadia feliz, porque eso es falso». A los datos anteriormente citados, el alcalde tolosarra añade «casos evidentes de delincuencia». Se refiere, en primer lugar, a una pelea de hace semanas que acabó con siete heridos y cuatro menores detenidos. También menciona un incendio provocado en el centro de acogida, que ocasionó heridas en un brazo al guarda de seguridad de las instalaciones. El consumo de drogas también es diario, y hasta se ve «basura que cae desde las ventanas». Todas estas situaciones han provocado un crispamiento del clima social en Tolosa. Bildarratz se atreve a calificarlo de «aversión hacia el colectivo de inmigrantes». Vecinos, comerciantes e industrias cercanas a la zona donde se encuentra el centro de acogida de menores «se siente desamparados e impotentes porque nadie ha sabido resolver los problemas que se han generado». «Ven que hay colectivos que viven por encima del nivel medio, y con una serie de derechos porque son menores, pero no ven que se correspondan con las obligaciones que deberían cumplir».

Ante este panorama, el primer edil solicita una mayor responsabilidad de las instituciones. «No podemos ser acríticos, porque la población es muy crítica con nuestra labor, la de las administraciones. Aún sabiendo que la responsabilidad directa es de la Diputación, yo no me quiero escaquear. Si no resolvemos los problemas, nos podemos encontrar con una aversión social hacia la inmigración. Y en Tolosa, evidentemente, eso ya está pasando».

Las soluciones

Las soluciones, a juicio de Bildarratz, pasan por invertir más medios, tanto económicos como humanos. «El objetivo social de la integración, que todos compartimos, requiere muchos más medios materiales y humanos de los que estamos dedicando hoy. Si estamos dispuestos a invertir en este tema, tendremos posibilidades de solucionarlo. Lo que no podemos pretender es ocultar los problemas, en aras a no enturbiar una tarea costosa, continuada y difícil. Entiendo que a veces hay que dar una mensaje de serenidad para no crear alarmismos, pero no se puede ocultar a los ciudadanos lo que está ocurriendo».

La situación ha llegado además a un límite, asegura el alcalde tolosarra. «Estas declaraciones las de Mari Carmen Marín y estas falsas fotografías desgastan y precipitan las situaciones, como es mi respuesta. Lo que yo no quiero es que se empiece a buscar una solución cuando ocurra una desgracia y sea irreversible. Tolosa es solidaria. Ahora Gipuzkoa debe ser solidaria con Tolosa».