MONTSE CAPDEVILA
PARÍS

El Gobierno francés anunció ayer un endurecimiento de las medidas contra la violencia urbana tras el incendio de un autobús en Marsella, el pasado fin de semana, en el que resultó gravemente herida una estudiante de origen senegalés. Mama Galledou, de 26 años y originaria de Senegal, sufrió quemaduras en casi el 70% del cuerpo, y si bien ha superado “el período difícil de las primeras 36 horas”, el pronóstico vital es reservado, informaron los médicos.
Los franceses viven con emoción y expectativa los progresos de la joven senegalesa. Es la primera vez que una persona resulta gravemente herida en los incendios de autobuses perpetrados en las llamadas Zonas Urbanas Sensibles de las afueras de París y otras ciudades francesas, al menos ocho en los últimos días. La intensificación de la violencia, supuestamente una forma de conmemorar el primer aniversario de la revuelta en los suburbios en el otoño del 2005, dio lugar a un Gabinete de crisis sobre seguridad y transporte público que ayer presidió el primer ministro, Dominique de Villepin.

“EJEMPLARIDAD Y RAPIDEZ”
Como primera medida, Villepin anunció que a partir de ahora se perseguirá y sancionará a quienes participen en una “emboscada” e incluso a aquellos que la inciten o la alienten. Es decir, los autores directos e indirectos de la agresión. Este dispositivo, que se presentará en breve al Parlamento, prevé igualmente que los menores de edad comparezcan “de inmediato” ante un juez, lo que “dará un carácter ejemplar” a las sanciones y evitará la “sensación de impunidad”, según recalcó Villepin.
El Gobierno también ha decidido reforzar los poderes “específicos” de las fuerzas de seguridad en el transporte público, así como ampliar la videovigilancia en los autobuses. Villepin recordó que 4.000 policías y gendarmes han sido desplegados en las últimas noches para reforzar la seguridad en los suburbios. Por considerar esencial la “ejemplaridad y rapidez de la sanción”, el primer ministro francés ha pedido a los titulares de Interior, Nicolas Sarkozy, y Justicia, Pascal Clément, que tomen “todas las disposiciones” del caso para arrestar y enjuiciar a los autores del incendio del autobús marsellés.
Sarkozy, por su parte, se comprometió a detener a los autores del acto “bárbaro y criminal” de Marsella y anunció que la policía dispone ya de pistas. Es probable, explicó, que haya menores entre los responsables, por lo que el ministro y aspirante conservador a las presidenciales del 2007 pide que se rebaje la edad de responsabilidad penal, fijada en 18 años desde 1945. “El castigo es la primera etapa de la prevención”, dijo.

INVESTIGACIÓN POLICIAL
El clima de tensión se enrareció aun más ayer, al saberse que un joven de 16 años resultó herido grave en un ojo tras recibir el impacto de una bala de goma lanzada por la policía durante los enfrentamientos en Clichy-sous-Bois la noche del sábado. La sección de Asuntos Internos de la policía ha abierto una investigación para determinar responsabilidades.