Halloween, el preludio desenfadado del Día de Todos los Santos
Mientras que los cementerios se llenarán mañana de visitantes, los jóvenes sufrirán en casa la resaca de una noche de fiesta
La Razón, 31-10-2006E. Villalba/N. Platón
Madrid – El día 31 de octubre es el día de los muertos, de las brujas y de
los espíritus para muchas culturas. En España la tradición se salta la
fecha y ponemos toda nuestra atención en el día siguiente, uno de
noviembre y festividad de Todos los Santos. Entonces nos acordamos de
nuestros parientes fallecidos y acudimos a presentar nuestros respetos al
cementerio.
Sin embargo, la oleada de inmigración y la contaminación
de las películas norteamericanas está cambiando las costumbres de los
madrileños y cada vez son más variadas las maneras de celebrar ambas
fechas. Basta con echar un vistazo a los escaparates de las tiendas de
regalos, de disfraces e incluso a las pastelerías, junto a los huesos de
santo y los buñuelos de viento aparecen calabazas de mazapán.
La costumbre de disfrazarse en Halloween fue la primera en calar en los
ambientes lúdicos y hoy ninguna discoteca que se precie deja de organizar
una fiesta de máscaras con divertidos premios para las brujas, zombies y
vampiros. El ejemplo más extraordinario lo podemos encontrar en el parque
temático de Warner Bross en San Martín de la Vega, en estas fechas
transforman completamente sus instalaciones para dedicarlas a Halloween,
convirtiendo medio parque en un pasaje del terror.
Fiestas góticas e
irlandesas
Pese a que para el común de los mortales los siniestros
van disfrazados todo el año, los amantes de la iconografía gótica y
decimonónica están de enhorabuena porque esta noche es su noche. Todos los
fantasmas al más puro estilo de las novelas de Henry James o Bram Stroker
se echan a la calle. Y para celebrarlo, varios de los bares dedicados a la
música y al mundo gótico más conocidos de la capital ofrecen propuestas
que, para los profanos en esta cultura, podrían parecer peculiares, pero
que están totalmente a tono con la fecha.
Junto a Gran Vía, el
pub «Dark Hole» ofrece en la sala 666 a los asistentes a su fiesta
exclusiva, copas de «sangre» y una gran fiesta de disfraces con varios
Djs invitados y un lote de premios. Mientras, «La Cripta» ha optado por
los conciertos. En la Sala «El Sol» ofrecerá un concierto de estilo
afterpunk/rock gótico con el grupo polaco «Miguel and The Living Dead»
(Miguel y los muertos vivientes), y los barceloneses «La Peste Negra».
Para continuar, en la propia «Cripta» de la calle Valverde, 10, sigue la
fiesta con concursos de baile y disfraces.
La noche del 31 de
octubre también es muy importante en los pub irlandeses. En «The James
Joyce», situado en la calle Alcalá ,59, cubren el local de telarañas,
lámparas de calabaza cortadas para que espanten a los espíritus o en forma
de pastel o sopa y luces siniestras para ambientar la mejor fiesta del año
después de San Patricio. «La fiesta empieza a media noche, que es cuando
tradicionalmente los niños salen a pedir dulces, y tiene que haber música
, disfraces y una decoración para dar miedo», explica Cristiano Boschini,
encargado de The James Joyce. «Antiguamente los celtas pasaban muy sobrios
esta fecha, pero afortunadamente eso ha cambiado y ahora es una fiesta»,
añade.
Gamberrada o dulce
Pero no todo es
fiesta. Halloween también provoca que mucha gente, escudada en sus
disfraces, cometa gamberradas que dan mala imagen a este simpático
festejo. En el barrio de La Piovera, en el distrito de Hortaleza, celebran
Halloween desde hace más de quince años. El norteamericano «trick or
treat» (truco o trato) ha sorprendido a los vecinos madrileños cuando
descubren a pequeños monstruitos llamando a sus puertas en busca de dulces
y caramelos. Sin embargo, aunque muchos no estén preparados para esta
nueva costumbre, no suelen recibir la parte mala de la frase, que suele
ser una pequeña gamberrada.
Pero en La Piovera, donde este
desfile de niños está muy arraigado, algunos han convertido cada 31 de
octubre en otro 28 de diciembre. Inocentadas como tirar huevos o poner
petardos provocan que ese día muchos vecinos teman coger autobuses tan
transitados como el 105 o el 115, por miedo a mancharse con algún producto
colocado en la almohadilla del asiento, o a encontrarse con un petardo
entre los pies, situaciones que se han dado en los últimos años. Algunos
vecinos como Joaquín, que lleva 25 años viviendo en este barrio, están
hartos. «La fiesta ha cambiado mucho desde sus inicios. Al principio, los
vecinos lo veíamos como una especie de aguinaldo, pero no contábamos con
las gamberradas», cuenta. En su opinión, no se hacen con ánimo de broma
sino con ganas de molestar. «No son graciosas y estos últimos años hay
gente por la calle que ese día sólo viene a eso, a crear molestias»,
asegura.
Flores al cementerio
A la mañana
siguiente, el día de Todos los Santos, los madrileños honran a sus seres
queridos fallecidos. Desde primera hora de la mañana en los cementerios de
la región se pueden ver peregrinaciones familiares masivas que se agolpan
en las entradas de los camposantos, llenos de puestos de flores. De hecho,
el Ayuntamiento de Madrid ha establecido un dispositivo especial de
autobuses para facilitar el acceso de los ciudadanos a los cementerios de
la capital, de cara a la celebración de la festividad de Todos los Santos.
El refuerzo de las líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT)
comenzó el pasado 21 de octubre y finalizará el próximo 2 de noviembre. El
Ayuntamiento también pone a disposición de los madrileños dos servicios
especiales conectarán directamente los cementerios Sur y Norte desde la
Plaza de Fernández Ladreda y la Plaza de Castilla, respectivamente.
Durante el 1 de noviembre, los camposantos municipales abrirán al público
desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde. Para atender la
demanda de información en las oficinas de La Almudena y Carabanchel Sur se
ha reforzado la plantilla de empleados de la Empresa Mixta de Servicios
Funerarios durante los días 1 y 2 de noviembre, así como los fines de
semana anterior y posterior a estas fechas.
La costumbre de llevar
flores también se extiende en la cultura de muchos inmigrantes que viven
en la capital. Así, en México, todo el mes de octubre se hacen concursos
de «ofrendas» en las escuelas que es lo que se lleva el día uno al
cementerio y normalmente consiste en flores velas y comida, que se come en
el panteón. También se suelen vender «calaveritas de azúcar» de sabores
muy variados con el nombre de la persona a quien se dedica. «Calaveritas»
también se llaman a unos versos que se escriben en recuerdo del pariente
fallecido y que se colocan en la ofrenda.
En Perú, el 1 de Noviembre
es dia de los todos los santos y el 2 de noviembre es el día de los
muertos y también es costumbre visitar a los parientes en el cementerio.
Luego cada uno presenta sus respetos de la manera más original posible,
desde los que simplemente llevan flores hasta los que se van con toda una
banda musical a saludar a su familiar fallecido. El 31 de octubre es el
día de la «Canción criolla» y las peñas y restaurantes que ofrecen show
criollo se abarrotan.
Por su parte, en Chile dejan juguetes
pequeñitos sobre la tumba de su familiar, si este era un niño en el
momento en que falleció.
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