«El número de musulmanes en Europa es insignificante, pero tiene mucho peso»
En su libro «Postguerra» analiza la evolución de los países europeos desde 1945 hasta hoy
La Razón, 30-10-2006J. Ors
madrid – Año 1945. La guerra ha terminado. El conflicto ha devastado
naciones enteras, y ha arruinado sus economías. El Holocausto pesa en la
moral. Pero de esas cenizas resurgirá una Europa nueva. El historiador
Tony Judt relata en «Postguerra» (Taurus) sus logros políticos,
institucionales y culturales .
– ¿Por qué nace esta Europa? – Por las
catastróficas experiencias que sufrieron en la primera mitad del siglo XX,
lo que se hicieron entre sí los europeos. No había precedentes y en un
periodo de tiempo que una sola persona podía haber sufrido todo en su
vida. Las lecciones que han aprendido duraron otros cincuenta años, pero
dudo que vaya a permanecer siempre o que hayamos aprendido bien lo que
ocurrió. ¿Qué hacemos cuando sucede lo mismo en África o Asia? No hay
estrategias. Limitamos el mensaje de esa lección a Europa.
– ¿Cuáles son los mitos fundacionales de la nueva Europa? – Lo que los
europeos creen saber de la Segunda Guerra Mundial. Europa se ha construido
a la sombra de la guerra, de su memoria y lecciones. Lo segundo, las
instituciones y valores que nacieron en los años 60 y que en conjunto son
Europa. Cualquier país que pretenda entrar en la UE tiene que asumir estos
parámetros. Es un mito que ejerce un poder en las demás naciones. Si
alguien quiere entrar en Europa saben que tienen que reducir la corrupción
y tener leyes compatibles a la UE. Pero será la parte institucional, de
las dos bases, la que perdurará.
– ¿De dónde vienen las ideas
que guían Europa hoy?
– Europa se construyó sobre bases morales
cristianas. Hoy sus valores se basan más en las declaraciones universales,
en los derechos humanos. Tras la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a
instituciones de la UE. Algo que sólo eran unos conceptos. No existe un
conjunto de ideas de la UE, sino universales. Pero hay una diferencia y es
que mientras en el mundo se habla de declaraciones universales y todos los
países las reconocen, la UE es el único espacio político que estos valores
están en instituciones, en exigencias legales y jurídicas. Es lo que
distingue a Europa.
– ¿Qué peso tendrá la inmigración en Europa?
– Más político que económica. Hay 16 millones de musulmanes en la UE y 300
millones de europeos. Es insignificante, pero tienen un gran peso
político. Tras la Segunda Guerra Mundial Europa era homogénea. Las
minorías habían muerto o habían sido expulsadas. En los 80, los europeos
vivían en un espacio blanco. Ahora hay una gran inmigración. Y en un
momento en que la diferencia entre la izquierda y la derecha es difusa.
– ¿Cómo influye esto? – Los partidos que protestan son los marginales y
ven en la inmigración un tema atractivo. En Aquisgrán, una ciudad rica y
sin desempleo, la extrema derecha ha obtenido un 35 por ciento de votos
con la retórica de que se vayan los inmigrantes. Temo que los partidos
principales, para evitar perder votos, adopten posturas antiinmigrantes.
- Esto, junto al temor de que se olviden las lecciones del pasado, ¿a qué
puede llevar? – Eso Me preocupa. Cuando oigo al partido de Blair decir que
los musulmanes son así, que deben adaptarse o que no pueden ser igual que
los europeos, en ese momento pongo la palabra judío sobre la de musulmán.
– Con Corea del Norte ¿hay una nueva guerra fría?
– La anterior guerra fría se caracterizó porque, en el fondo, hubo un
entendimiento entre los dos bloques. Sabían de la imposibilidad de ganar
una guerra. Ahora, estos países con armas nucleares, como Corea o Irán,
están desestabilizados y esos políticos sí que piensan que pueden ganar.
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