PRISMA
Caldera y el futuro de las pensiones
El Mundo, 30-10-2006JOSEP MIRO I ARDEVOL
Según el ministro Caldera el sistema público de pensiones ha dejado de ser un problema, porque tiene 40.000 millones de euros de reserva y una cobertura hasta el año 2036. Así de rotundas han sido sus afirmaciones en el acto de clausura de la XX Conferencia de Organizaciones Empresariales Privadas, organizadas por el Círculo de Empresarios de Madrid. Dos broches culminaron su intervención.Uno lo de que el gasto de las pensiones, es decir, lo que se pagará a los jubilados, será menor gracias a las reformas del gobierno, y que los inmigrantes han venido a solucionar el problema porque muy pocos perciben pensión en relación al número de los que trabajan y pagan cuota, mientras que con los españoles por cada persona que cobra, sólo hay 2,3 cotizantes, una cifra, dicho sea de paso, perfectamente razonable.
Lo más curioso del caso es que Caldera dice hoy cosas muy parecidas a las que afirmaba el último gobierno del PP, mientras el PSOE lo criticaba en razón del futuro incierto de las pensiones.Y hay que decir que en ambos casos la crítica está más cercana a la realidad, con la diferencia en contra de que han pasado un puñado de años, y estamos por consiguiente más cerca de la fecha crítica, sin que nada de substancial, resolutivo, se haya hecho.
Pero vayamos por partes: La impresionante cifra de 40.000 millones de euros del fondo de reserva equivale a menos de siete meses de nómina de pensiones. Redistribuido en el tiempo es un apaño que permite retrasar la quiebra total, pero no es ninguna solución.Porque lo que más llama la atención del discurso de Caldera, no es tanto lo que dice, sino lo que calla de su propio ministerio, que contradice totalmente sus previsiones. Fechado en el 2005 el Ministerio de Trabajo envió al organismo pertinente de la Unión Europea la estrategia española sobre el problema de la Seguridad Social.
La conclusión era ésta: Con hipótesis francamente optimistas sobre la productividad y la ocupación, la Seguridad Social tendría más gastos que ingresos el 2015, es decir a la vuelta de la esquina, déficit que conseguiría nivelar aplicando el fondo de reserva, de manera que se podría sostener la situación hasta el 2020.A partir de esta fecha se producía la quiebra, y por tanto las respuestas debían darse con urgencia. Pero esto es precisamente lo que no se ha hecho. Existe un amplísimo consenso en el sentido que las medidas adoptadas por el Gobierno son simples retoques, que no alteran substancialmente las cuentas, a pesar de que se ha aumentado el período de cotización, pero el desfase es demasiado grande como para corregirlo sólo con esta medida. Por otra parte, los inmigrantes han alegrado la caja de la Seguridad Social, pero su número no altera a largo plazo las previsiones demográficas; son demasiado pocos en relación al conjunto de la población española en términos de cuotas de la Seguridad Social, con el hecho añadido de que ellos también se jubilarán. Forman parte de la solución, pero no son ni mucho menos la respuesta.
Tanto los estudios de la Comisión Europea (un buen resumen se puede encontrar en http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=2412&PHPSESSID;=76eeb156119ebf2c0570e5e7b21a90ab), como otros trabajos (como por ejemplo Contabilidad Generacional de España, del Instituto de Estudios Fiscales, o el promovido por la Fundació pel Desenvolupament Humà i Social) señalan la década del 2020 como crítica para la viabilidad del Estado del Bienestar, y a más largo plazo, simplemente lo que resulta inviable es la propia sociedad española por el envejecimiento de su población y la insuficiente natalidad.
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