La inmigración genera una creciente tensión política y social en Canarias
La Voz de Galicia, 29-10-2006POLÉMICO PRECEDENTE.
Los convocantes quieren evitar que su protesta se vincule con la de Democracia Nacional del día 15 (en la foto).
El aula de la naturaleza de Tunte (Gran Canaria) ardió el pasado 10 de marzo. La noticia no apareció en ningún medio de comunicación fuera de las islas, hasta unos días después, cuando se empezaron a atar cabos. El edificio iba a ser destinado a acoger a varios menores que habían llegado en uno de los momentos más críticos de la avalancha de cayucos que sufre Canarias. Sin embargo, varios vecinos recordaban allí los actos vandálicos que se habían producido dos años antes durante una experiencia similar, y enseguida fue evidente que el incendio del centro no había sido fortuito.
Semejante acto de xenofobia sorprendió a las instituciones insulares, poco acostumbradas a sucesos de ese tipo. Desde entonces, esa capacidad de sorpresa se ha puesto a prueba más de una vez. La última, hace sólo dos fines de semana cuando un grupo radical, de nombre Democracia Nacional, convocó una manifestación en Tenerife contra los inmigrantes. Sólo acudió medio centenar de personas, pero cadenas de televisión y diarios facilitaron las imágenes de los congregados, con lemas xenófobos, en los que se llegaba a identificar a los sin papeles con cucarachas.
Pequeños hechos, prácticamente aislados, que en los últimos días han dado paso a un enfrentamiento político de grandes proporciones. El motivo: una nueva manifestación, prevista para hoy y que, en principio y según los preceptos de su convocatoria, no guarda excesiva relación con la anterior. Sin embargo, voces socialistas se han lanzado a condenarla, mientras Coalición Canaria y los populares se esforzaban en juegos de palabras para evitar el respaldo o la crítica.
Entre los motivos que esgrimen los convocantes de la protesta – Covecan, que reúne a 700 asociaciones de vecinos, y el Foro de Identidad Canaria – están el de «un control efectivo de la inmigración», pero también el de «evitar brotes irracionales de xenofobia». Esta declaración de buenas intenciones no ha convencido a los socialistas que consideran que la manifestación «tiene un trasfondo racista», en palabras del diputado canario Santiago Pérez y acusaron a Coalición Canaria de respaldar la iniciativa y al Partido Popular de no condenarla.
Los partidos aludidos no tardaron en responder. El presidente insular de Coalición Canaria, Javier González, explicaba a La Voz que ellos no apoyan la manifestación, «aunque respetamos a quienes decidan acudir» y si lo hace alguno de los miembros de la formación «será a título personal». Lejos de estar en desacuerdo con los motivos de la convocatoria, sus principales reticencias se centran en que «se va a hacer en un momento inoportuno». González no puede descartar que algunos radicales vayan a aprovechar la situación, «con cayucos llegando cada día», para infiltrarse en la protesta y protagonizar actos vandálicos.
Su homólogo popular, José Manuel Soria, afirmaba que no irá al acto, ya que su partido «tiene claro que la inmigración es absolutamente necesaria, pero siempre y cuando sea legal y ordenada». Sin embargo, evitó pronunciarse sobre las declaraciones de la presidenta del PP de Tenerife, Cristina Tavío: «Hay motivos para quejarse y manifestarse».
Mientras tanto, el líder de Identidad Canaria, Mateo López – tanto él como el presidente de Covecan son asesores del alcalde tinerfeño, de Coalición Canaria – hablaba para este diario y acusaba al PSOE de hacer «política barriobajera» con sus críticas. López augura un éxito de convocatoria y afirma que no están «en contra de los emigrantes. Nosotros también lo fuimos».
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