Batalla campal en la pista de «basket»
Dos jóvenes apuñalados el viernes tras una pelea en las conflictivas
La Razón, 29-10-2006Madrid – Una vieja rencilla que se zanjó con sangre. Ésa parece ser la
causa de la reyerta que tuvo lugar el pasado viernes en Ciudad Lineal,
cuando dos jóvenes latinoamericanos de 16 y 18 años fueron apuñalados tras
una discusión en las canchas de baloncesto del barrio. Según fuentes
policiales, el menor, de origen dominicano, y unos amigos quisieron saldar
una cuenta pendiente y atacaron a un grupo de personas que se encontraban
en ese momento en el parque. Al defenderse de la agresión al menos uno de
ellos sacó una navaja e hirió a la víctima y a un compañero.
Otras fuentes en cambio, creen que se trataba de una pelea pactada de
antemano entre dos grupos de bandas latinas para «limar sus asperezas».
Estas mismas fuentes señalaron que la refriega enfrentaba a la banda Ñetas
contra los Dominican Don´t Play, que, tras algún desencuentro en el
pasado, habrían decidido solventar sus diferencias en la calle, con puños
y navajas como unica arma de discusión.
Sin embargo, el hecho
de que en ambos grupos existiese una extraña mezcolanza de nacionalidades,
había ecuatorianos y españoles, que también podrían haber resultado
heridos, entre los atacantes hace que se descarte, en principio, esta
opción, aunque las investigaciones siguen su curso. De hecho, fuentes de
la Policía creen que las motivaciones de la agresión no eran en absoluto
sibilinas sino más bien simples y parcas y creen que se trata de una pelea
en todo caso entre bandas de barrio.
Las canchas de baloncesto de
barrio se están convirtiendo, en algunas zonas, en territorio vedado y
peligroso para los vecinos. Las bandas latinas se han adueñado de las
pistas de «basket» donde pasan gran parte de su tiempo y donde
protagonizan peleas callejeras. No es la primera vez que los vecinos de
Ciudad Lineal han sufrido este tipo de enfrentamiento desde la ventana.
Muchos de ellos se quejan de que estos jóvenes roban, destrozan coches y
amenazan de forma impune y sin que la Policía tome cartas en el asunto.
Al cierre de esta edición la Policía había detenido a un joven
latinoamericano mayor de edad como presunto autor de los navajazos que
podría tener además antecendentes e incluso haber estado involucrado en un
homicidio.
La historia comenzó el viernes minutos antes de las diez
de la noche cuando los vecinos alertaron a los servicios de emergencia de
que había un joven en el suelo lleno de sangre. Una unidad del Samur se
desplazó al lugar de los hechos y encontró, efectivamente, a la víctima
entre dos coches a unos quinientos metros de donde presumiblemte
sucedieron los hechos.
El menor estaba consciente, sangrando de
forma muy abundante y presentaba una herida por arma blanca en la fosa
renal izquierda, más o menos a la altura del riñón. El joven, asustado, al
ser preguntado que qué había ocurrido contestó que había sido víctima de
un atraco y que le habían intentado robar el móvil. Al parecer es
frecuente que los involucrados en este tipo de sucesos mientan sobre lo
ocurrido incluso en los interrogatorios policiales lo que todavía
dificulta más esclarecer lo sucedido. El herido fue trasladado por el
Samur – Protección Civil al hospital Gregorio Marañón en estado grave aunque
en todo momento estuvo estable y ni siquiera fue necesario intubarle.
Se da la circunstancia además, de que gracias a un ecógrafo con el que
cuentan las ambulancias del Samur se le pudo realizar una ecografía en el
mismo vehículo que confirmó que la herida era penetrante y se había
producido una hemorragia interna abdominal aunque no se temió por su vida.
A escasos metros de la calle Severando Batanero número 70, donde se recogió
al menor, y a la misma hora, el Samur también atendió al segundo herido de
18 años y origen ecuatoriano cerca de la calle Ascao. En este caso la
víctima presentaba una herida, también de arma blanca, en el gluteo, de
carácter leve.
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