Dos vuelos de compañías aéreas portuguesas, Air Luxor y Yes, fueron utilizados por las autoridades norteamericanas para el traslado de cerca de 300 prisioneros paquistaníes en noviembre de 2002, en la secuencia de las deportaciones masivas de ciudadanos procedentes de países musulmanes emprendidas por Estados Unidos después del atentado terrorista contra las Torres Gemelas.

Según publicaba ayer el semanario Expresso, con este tipo de operaciones el Departamento de Justicia americano pretendía evitar el riesgo de potenciales ataques terroristas a compañías oficiales nacionales, por lo que recurría a empresas extranjeras, como fue el caso de estas dos portuguesas, para el traslado de prisioneros. En concreto, hace referencia a un vuelo de Yes efectuado en noviembre de 2002, contratado a través de un operador inglés y confirmado por la actual administración de la empresa, que salió de Lisboa y aterrizó en el aeropuerto de Niagara Falls, cercano a la frontera con Canadá.

El periódico cita fuentes de la tripulación para asegurar que, al día siguiente, aparecieron en la pista del aeropuerto cerca de 280 paquistaníes esposados, sobre los cuales, según ya fue denunciado por The Washington Post, no pesaba ninguna denuncia de prácticas terroristas (35 de ellos habían sido detenidos por crímenes como violación y robo), y que permanecieron retenidos durante meses en centros de detención de los servicios de inmigración. Los pilotos, azafatas y comisarios portugueses explicaron al Expresso que recibieron instrucción de un grupo de oficiales estadounidenses.