Jesús Caldera se opuso ayer en Valencia a las “repugnantes embestidas de la extrema derecha” que difunde una imagen negativa de la inmigración. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales arremetió de esta manera contra quienes “excitan la xenofobia y el rechazo” y subrayó que la inmigración es un fenómeno “inevitable”. El ministro cargó con una clara e inusual dureza contra las manifestaciones públicas que generan rechazo a los extranjeros. Jesús Caldera subrayó ayer que le parecen “repugnantes” hechos como “las embestidas de una extrema derecha que traslada una imagen negativa de la inmigración”.


Durante la clausura de las jornadas
El Estado de Bienestar en España y su contexto
celebradas en Valencia, el titular de Trabajo y Asuntos Sociales arremetió contra el discurso de esa extrema derecha, “que con una mano se beneficia del trabajo irregular y con la otra excita la xenofobia y el rechazo”.


Calificó de “intolerable” que su partido se encontrara al llegar al Gobierno con “cientos de miles de trabajadores sin derechos”, en referencia a los inmigrantes que obtuvieron
papeles
durante la regularización del año pasado.


Los extranjeros “en primer lugar son seres humanos”. Y suscribiendo las palabras del sociólogo Alain Touraine que había intervenido minutos antes, añadió que la inmigración “es un fenómeno universal e inevitable, por las enormes diferencias de riqueza” que hay en el mundo.


Caldera insistió en defender un concepto de ciudadanía en el que todas las personas tienen los mismo derechos y obligaciones, aunque eso no impida que se establezcan “canales legales” contra la inmigración irregular.


Entre ellos, apuntó la creación de una Agencia de Contratación en Origen, ya que las empresas siguen demandado mano de obra foránea.


Los trabajadores extranjeros, sostuvo el ministro, “no disputan el empleo” a los españoles y aportan “al sistema de pensiones y de la seguridad más de lo que reciben y más de lo que probablemente recibirán”.


Durante la clausura de las jornadas organizadas por Societat i Progrés, una fundación impulsada por el PSPV, el ministro resaltó los datos de paro hechos públicos ayer e hizo un resumen de las distintas leyes elaboradas por su departamento.


Una de ellas, la futura Ley de Autonomía Personal o de atención a la dependencia (a personas mayores impedidos y discapacitados, básicamente), supondrá reconocer el “derecho universal” a disponer de centros de día, ayuda a domicilio, teleasistencia (un sistema para pedir apoyo cuando sea necesario) y plazas en residencias.


Caldera recordó que esta ley concederá el derecho a estos servicios a todas las personas, “incluidos los inmigrantes”. Matizó que a los europeos se les prestará la asistencia, pero se reclamará su coste a los países de origen, como ocurre con la atención sanitaria.


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