Dos de cada tres niñeras son inmigrantes
Dos de cada tres niñeras son extranjeras Las familias prefieren a las
La Razón, 28-10-2006Madrid – La Mary Poppins del siglo XXI ya no viene de Londres sino de
Latinoamérica y África. No se desplaza en paraguas, se traslada de su casa
al trabajo en metro o en autobús, y llega a España sin referencias
laborales como niñera. En muchas ocasiones ni siquiera tiene papeles. La
única magia que traen consigo es la de su cultura, sus tradiciones y la
necesidad de encontrar un trabajo digno con el que poder vivir.
En
la actualidad, 330.132 personas están afiliadas a la Seguridad Social en
el régimen de empleadas del hogar, es decir, dedicadas a las labores
domésticas y al cuidado de niños. De ellas, 218.244 son inmigrantes, según
el último informe del Ministerio de Trabajo sobre «Afiliados Extranjeros a
la Seguridad Social», una realidad que se traduce en que dos de cada tres
cuidadoras de menores son inmigrantes.
La cifra total, sin embargo,
tal y como aprecia José Fernando Troyano, profesor de la Facultad de
Ciencias del Trabajo de Málaga, puede ser muy superior a la citada: «Buena
parte de las inmigrantes dedicadas al servicio doméstico no están dadas de
alta en el régimen de empleadas del hogar, por lo que las cifras oficiales
indican poco acerca de la realidad».
Procedencia
La mayoría de las niñeras y empleadas del hogar que atienden a los hijos de
los españoles, 214.617, proceden de países que no pertenecen a la UE. Los
principales lugares de origen de estas inmigrantes son Ecuador, Rumanía,
Colombia, Bolivia, Perú y Marruecos. Un grupo más minoritario es el de las
trabajadoras no comunitarias, compuesto por 3.627 personas, entre las que
sobresalen las polacas, alemanas, italianas, francesas y portuguesas.
Hace unas décadas, cuando era habitual la existencia de familias
numerosas, los niños eran cuidados por sus hermanas mayores, por sus
abuelos. Hoy, poco queda ya de esta organización y aunque el papel de los
abuelos en el cuidado de los nietos está adquiriendo importancia en los
últimos tiempos, no todas las mujeres pueden o quieren contar con este
tipo de ayuda.
Con frecuencia, la contratación de una persona puede
ofrecer ventajas, como la realización de las tareas domésticas al tiempo
que se cuida a los niños, una realidad que, como explica la psicóloga
infantil María Luisa Ferrerós, está muy asentada en nuestro país: «La
función de la niñera es preocuparse del menor, estar pendiente en todo
momento de él y jugar, pero tener dos empleadas en el hogar es más caro y
las familias españolas suelen contratar sólo a una».
Autora de libros como «Pórtate bien» o «Sí, mamá», Ferrerós es
partidaria de llevar a los niños pequeños a las escuelas infantiles y
guarderías: «Es difícil que una persona que tiene que limpiar una casa y
cuidar a un niño atienda al menor como éste se merece, que le estimule,
que le enseñe. Hay que tener en cuenta que no son profesionales. En
cambio, las guarderías siempre ofrecen garantías, las trabajadoras tienen
una formación y una larga experiencia con los niños».
La niñera polifacética es hoy el modelo de cuidadora. «Lo que más nos
demandan nuestros clientes son mujeres que compaginen el cuidado de los
niños con las labores domésticas, limpiar, cocinar y planchar, es lo más
habitual», señala Yolanda Moro, gestora familiar de Más Vida Red, empresa
que ofrece soluciones para la conciliación de la vida familiar y laboral.
Universitarias
La trabajadora española dedicada a las
tareas domésticas es hoy un modelo en extinción: «La española como
personal doméstico ha desaparecido en las grandes ciudades como Madrid.
Tenemos cuidadoras españolas, pero sólo se encargan de los niños, chicas
universitarias que se sacan un sueldo para pagarse los estudios, pero que
se dediquen al servicio doméstico es más difícil», añade Moro.
Por ello, la demanda de mujeres inmigrantes en este sector ha ido en
aumento en los últimos años. Por comunidades autónomas, Madrid concentra
el mayor número de afiliados al régimen de empleadas del hogar de España
(74.880), seguida de Cataluña (44.645), Valencia (24.179) y Andalucía
(17.933).
La cartera de trabajadoras que dispone Más Vida Red está
formada por dos grupos, el latinoamericano y el de los países del este de
Europa: «Los dos trabajan muy bien, pero las latinoamericanas lo tienen
más fácil porque comparten nuestra lengua, algo que es muy importante para
las familias, y tienen una actitud muy buena con los niños. Las ucranianas
o rumanas lo tienen más difícil a la hora de comunicarse».
La diferencia de carácter, apunta la psicóloga María Luisa Ferrerós,
también influye a la hora de tratar a los menores. Las señoras que
proceden de los países del Este «son muy trabajadoras y correctas, pero
son un poco más duras con los pequeños, más estrictas con los horarios y
las normas, más cuadriculadas. Son más frías que las suramericanas, que se
muestran más cariñosas, abiertas y extrovertidas. La niñera ideal sería
una mezcla de las dos».
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