madrid. Un estudio elaborado sobre 1.009 jóvenes latinoamericanos de Madrid, Murcia y Valladolid constata el “alto nivel de desintegración” que sufren en sus familias, escuelas y barrios, que provoca que “más de la mitad de ellos (un 59,8%) se sientan atraídos por las bandas, aunque sólo una minoría” participe en ellas. La secretaria general de la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular, María Jesús Eresta, que patrocina el informe, destacó el “factor de riesgo” que esto representa.

El estudio, que cuenta con el apoyo de la Dirección General de las Familias y la Infancia, se realizó en colegios concertados y públicos, y destaca tres niveles de “desintegración”. En la familia, estos jóvenes sufren “mucha soledad”, ya que pasan hasta seis horas solos al día (un 36,4% de ellos) y viven en estructuras familiares frágiles, frecuentemente monoparentales “y largas jornadas laborales”. En la escuela, los déficit curriculares provocan que la mitad de ellos repita curso en la ESO, a lo que se añade una falta de enseñanza en lo que estos jóvenes “han ganado en la sociedad española, como derechos, paz o democracia”.

Por último, sufren también falta de integración en el barrio, donde existen “pocas actividades de ocio compartido y se fomenta la separación”.

La autora del estudio, la socióloga María Antonieta Delpino, enfatizó que buena parte de los 230.000 latinoamericanos en edad escolar – el 47% de los estudiantes extranjeros – en España sufren esta situación, por lo que demandó estrategias que favorezcan la integración, “algo que los propios jóvenes demandan”, afirmó.

Entre las medidas que los jóvenes creen necesarias para paliar esta situación, destacaron que un 37,9% de ellos pidió “más medidas restrictivas contra los racistas y grupos nazis”, un 32,5% solicitó “actividades en barrios y escuelas entre extranjeros y nacionales”. >e.p.