La campaña sin complejos de CiU ha llevado a los nacionalistas a proponer medidas audaces si llega a gobernar tras las elecciones. El asunto del día fue la presentación de la propuesta educativa que la federación nacionalista piensa impulsar si llega al gobierno.

Como en el asunto del carné por puntos según el coeficiente de catalanidad, Mas dejó claro que está dispuesto a llevar a cabo políticas polémicas hacia los inmigrantes. Ayer afirmó que impulsará en la próxima legislatura una nueva ley catalana de la educación donde se fijarán unos límites en el porcentaje de los alumnos extranjeros que albergan las escuelas públicas, con el fin de buscar un «reequilibrio» entre todos los centros.

El objetivo de la federación es que no todos los alumnos inmigrantes se concentren en los mismos colegios, buscando la «cohesión». «Tomaremos medidas serias para que la mezcla entre alumnos sea digerible para cualquier escuela», añadió el presidente de CiU.

Mas también redobló ayer su ofensiva para no quedar fuera del gobierno si, como todas las encuestas indican, se impone al PSC en las autonómicas. El de ayer fue todo un aviso a navegantes: si CiU gana las elecciones pero no consigue gobernar, Cataluña entrará en una «crisis política» que tendrá «repercusiones sociales», advirtió el candidato a la Generalitat de CiU.