La prueba de ADN confirma la autoría del asesinato de un joven en Manresa
El Mundo, 28-10-2006Rafael G. M. olvidó sus gafas en el lugar donde apuñaló a la víctima tras una discusión de tráfico El convencimiento sobre la autoría del crimen que los Mossos d’Esquadra mostraron cuando el 19 de septiembre detuvieron a Rafael G. M., de 33 años, como presunto responsable del asesinato el 28 de junio del joven rumano Gabriel Emil Pacurar en la Via de Sant Ignasi de Manresa ha quedado confirmado esta semana con la obtención de los resultados de una prueba aparentemente incuestionable.El laboratorio analítico de la Policía autonómica en Barcelona ha determinado que el ADN de una muestra de epitelio bucal que, mediante autorización judicial, los Mossos cogieron del detenido es el mismo que el de los restos de sudor que había en unas gafas de sol que encontraron al lado del cadáver el día de los hechos.
La localización de estas gafas se ha erigido como el elemento clave que ha permitido determinar el presunto autor del crimen.Sin embargo, para llegar hasta este punto los Mossos d’Esquadra han tenido que realizar una exhaustiva y discreta investigación.
La búsqueda y captura del autor del asesinato, que huyó inmediatamente después de apuñalar varias veces con un arma blanca al joven rumano tras una discusión de tráfico, comenzó el mismo día del crimen. El hallazgo de la gafas hizo que los agentes comprobasen si pertenecían a algunas de las personas que se encontraban en la zona o incluso a la misma víctima. Una vez descartada cualquier posibilidad, todo indicaba que podrían ser del asesino. Tras examinarlas se encontraron restos de sudor en el puente de las gafas. Se solicitó autorización judicial y se llevaron al laboratorio para que se analizase el ADN del sudor.
Paralelamente, la policía hizo interrogatorios a los testigos de los hechos y constató que nadie supo describir con exactitud al agresor. Se supo sólo que era una persona con barba y pelo largo, pero sí detallaron la forma y el color del vehículo que conducía. Se trataba de una furgoneta bastante nueva, poco común y de color azul intenso.
Aquel mismo día, los agentes recorrieron la ciudad para hacer un reportaje fotográfico de todos los vehículos que reunían estas características, entre ellos una furgoneta Fiat Doblo que los Mossos consideraron sospechosa. Los agentes hicieron un seguimiento de los vehículos fotografiados y dos semanas después observaron que esta furgoneta, que estaba estacionada muy cerca de la casa del detenido, había cambiado de imagen. El propietario había quitado un adhesivo de un símbolo que identifica a la etnia gitana y había colocado dos muñecos colgados en los cristales posteriores.Los investigadores también comprobaron que la furgoneta no la conducía su titular, sino que en los últimos días lo había hecho una mujer, que resultó ser su esposa.
Fue entonces cuando los Mossos descubrieron que el propietario, o sea Rafael G. M., huyó al sur de Francia dos días después del crimen, concretamente Perpiñán, donde tenía familia.
Las sospechas sobre esta persona se reforzaron cuando una semana después su mujer, que tenía trabajo estable desde hacía cinco años en una empresa de Manresa, pidió el finiquito para irse a vivir a Perpiñán.
La policía continuó acumulando indicios que señalaban a Rafael G. M. como el presunto autor del asesinato. Durante los meses siguientes los Mossos controlaron su entorno familiar situado en Sant Fruitós de Bages, Sant Vicenç de Castellet y Sant Adrià del Besòs.
A partir de aquí sólo cabía esperar un paso en falso del sospechoso, y llegó. Tres meses después de haberse ido a Francia decidió regresar a Manresa para establecerse de nuevo. Lo hizo, sin embargo, con un cambio de imagen completo: se afeitó la barba, se cortó el pelo y sustituyó la ropa oscura por unas bermudas, una camiseta estampada y unas sandalias muy modernas.
En Manresa le estaban esperando los Mossos d’Esquadra que inmediatamente procedieron a su detención. Con una nueva orden judicial le tomaron una muestra bucal, que se llevó al laboratorio. El resultado, obtenido esta semana, ha confirmado que era la persona a quien se le cayeron las gafas en la Via de Sant Ignasi cuando apuñaló al joven rumano.
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