El Programa Operativo para Inmigrantes (POI) que viene desarrollando Cruz Roja Navarra desde hace casi seis años ha permitido que un total de 1.425 inmigrantes (prácticamente el 60% de cuantos se han beneficiado del mismo en el periodo citado) hayan encontrado trabajo en la Comunidad foral. Para participar en el POI es preciso contar con permiso de trabajo o estar pendiente de su concesión.

M.R.R. PAMPLONA.

El empleo es un soporte de la integración social, ya que no sólo permite el acceso a bienes y servicios, sino que además facilita las relaciones sociales y la integración. Así lo expuso ayer José María Cuesta, presidente de Cruz Roja Navarra. Por contra, el desempleo es uno de los principales focos de exclusión social, afectando con especial intensidad a colectivos vulnerables como son los inmigrantes.

Para atajar esta situación, Cruz Roja Navarra desarrolla desde enero de 2001 el Programa Operativo para Inmigrantes (POI) dentro del plan de empleo de Cruz Roja Española. La acción está subvencionada por el Servicio Navarro de Empleo (SNE), y de ella se han beneficiado hasta la fecha 2.406 personas emigrantes. De estos, 1.425, casi seis de cada diez atendidos han logrado su inserción laboral en Navarra gracias al programa. Si se tienen en cuenta sólo los datos de 2006, el porcentaje asciende al 67,6%.

«Eliminar perjuicios»

José María Cuesta destacó que con el programa también se trata de intermediar ante los futuros empleadores, para «eliminar perjuicios sociales entre los empresarios», mejorando la empleabilidad del colectivo inmigrante.

Los itinerarios de inserción, a través de la red «Interlabor» de Cruz Roja, han incluido información, acciones formativas, ayuda en la búsqueda de empleo, seguimiento individualizado en el mundo de la empresa y, también, apoyo al autoempleo.

A la presentación de los resultados, acudieron José Javier Armendáriz, consejero de Industria, Tecnología, Comercio y Trabajo, y Susana Labiano, direc- tora del SNE. El consejero destacó los «resultados tremendamente positivos» del programa, que es posible gracias «al esfuerzo e ilusión de Cruz Roja, que es garantía de éxito de cualquier esfuerzo que emprenda la Administración».

Para beneficiarse de la acción era necesario tener permiso de trabajo o estar pendiente de su concesión. Según expuso, por su parte, Susana Labiano, el perfil de los usuarios ha sido hasta ahora el de un ciudadano ecuatoriano (en el 36,16% de casos) o colombiano (11,41%). También son frecuentes los procedentes de Argelia, Marruecos y Perú. La edad se sitúa entre los 25 y los 45 años en un 73% de casos. Además, un 55% de beneficiarios han sido mujeres. Una parte importante de los beneficiarios tenía finalizados estudios de educación secundaria (46%), mientras que un 14% tenía concluida una carrera universitaria.