SILVIA HINOJOSA – Barcelona

CC. OO llama a los urbanos de Barcelona a no hacer horas extras el 1-N, para pedir una mejora salarial
La justicia tiene razones que la sociedad no siempre entiende, pero en campaña electoral está limitado el derecho a manifestarse. Ésta es la doctrina del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, que ha desautorizado la celebración de tres manifestaciones distintas, en Barcelona – una de un sindicato de estudiantes por una educación de calidad y una vivienda digna, otra de sindicatos policiales que pedían mejoras salariales, y otra de una ONG por el voto de los inmigrantes-, por entender que podían incidir en el proceso electoral. Las resoluciones del Alto Tribunal desestiman los recursos presentados por los convocantes de cada manifestación contra la decisión del Departament de Interior de prohibirlas, siguiendo un dictamen de la Junta Electoral de Barcelona.

Pese a la desautorización judicial, unos 350 estudiantes se concentraron en la plaza Universitat de Barcelona y, una vez los convocantes anunciaron que no estaba autorizada la protesta, unos 200 marcharon sin incidentes hasta Ciutat Vella, donde se dispersaron. En Girona y Tarragona también se celebraron manifestaciones de jóvenes por una educación de calidad que, pese a haber sido convocadas, como la de Barcelona, por el Sindicat d´Estudiants de Catalunya, fueron autorizadas por la Junta Electoral de cada zona. El TSJC no tuvo que pronunciarse porque no hubo recursos. Los abogados que asesoran a los estudiantes no entendían por qué se había autorizado la protesta en Girona y Tarragona, y no en Barcelona, y señalaron que las protestas no atentan contra la pluralidad de opciones, sino al contrario.

En el caso de Barcelona, y de acuerdo a la ley orgánica de Régimen Electoral General, el Departament de Interior consultó a la Junta Electoral de zona si la manifestación podía interferir en la campaña. La consulta no es vinculante, pero la Junta Electoral recomendó prohibir la concentración e Interior lo hizo. El sindicato recurrió y, el miércoles, el TSJC desestimó el recurso. “El derecho de manifestarse de los estudiantes se subordina, en periodo electoral, con el que tiene el conjunto de ciudadanos de votar libremente y sin ninguna presión derivada de actos públicos, salvo aquellos que efectúen los partidos, federaciones y coaliciones electorales”, argumentó Interior.

La manifestación de los Mossos estaba convocada por tres sindicatos y debía partir de la plaza Catalunya de Barcelona, para protestar por el convenio recién firmado por otros sindicatos con Interior y reclamar mejoras salariales. Pese a la prohibición, 600 mossos se concentraron en la plaza. Interior prohibió la protesta y el TSJC le dio la razón. “Nos hallamos ante unos trabajadores que son miembros de la policía autonómica y por tanto cuyos empleadores precisamente son autoridades políticas que concurren como candidatos”, dice el auto. El TSJC también desautorizó ayer la manifestación que SOS Racismo había convocado para el domingo por el derecho a voto a los inmigrantes.

En paralelo, Comisiones Obreras convocó ayer a los guardias urbanos de Barcelona a que no hagan horas extraordinarias el 1 de noviembre, cuando trabajará la mitad de la plantilla por las elecciones, como medida de protesta para reclamar que el Ayuntamiento les pague mejor las horas extras. El sindicato ha pedido a los urbanos que soliciten el permiso de cuatro horas para ir a votar.