"A la mujer inmigrante se le relega al servicio doméstico a pesar de su alto nivel educativo"

Diario de noticias de Alava, 27-10-2006

elena zudaire
“A la mujer inmigrante se le relega al servicio doméstico a pesar de su alto nivel educativo”

Parella, durante su conferencia ayer en Luis de Ajuria.Foto: marcos ruiz


elena zudaire

vitoria.Mujer e inmigración son dos realidades que parecen multiplicar en la actualidad los problemas del colectivo femenino.

Sí, sobre todo si hablamos en términos de inserción laboral. Las mujeres inmigrantes sufren una triple discriminación por su género, la procedencia de otros países y la clase obrera con la que se les relaciona. A pesar de que estas féminas tienen un nivel educativo medio alto, sus posibilidades de inserción se limitan al servicio doméstico y otros sectores no cualificados. Paradójicamente, se convierten entonces en el sustento de nuestro bienestar, en las principales cuidadoras de nuestros niños y nuestros mayores, ejerciendo tareas que las mujeres autóctonas ya no quieren realizar.

¿Qué problemas persiguen a las mujeres inmigrantes en el ámbito laboral?

Por una parte, ellas acceden a actividades laborales que no están regularizadas y, a pesar que la Ley de Dependencia intenta paliar esta situación, existen otras realidades al margen, como la prostitución. Digamos que los mercados laborales también están segmentados por el género. Por otra parte, estas mujeres se encuentran con la dificultad de carecer de herramientas para convalidar sus estudios. Y a todo ello hay que sumar que carecen de una seguridad social y, por tanto, de unos derechos.

¿Qué responsabilidad tienen las instituciones en esta situación?

Los responsables políticos deberían crear puestos de trabajo de calidad, con sus derechos y sus deberes, además de regularizar este mercado de trabajo. No obstante, no todo depende de ello, puesto que hay que tener en cuenta que si las mujeres inmigrantes ocupan labores domésticas es porque se trata de una profesión asociada al servilismo, para muchas familias autóctonas necesaria y que carece de financiación o ayuda alguna desde la administración. Asimismo, nosotros consideramos muy bajo un sueldo que una mujer procedente de otro país, sobre todo menos desarrollado que el nuestro, valora como suficiente por la diferencia monetaria.

Sin embargo, son muchos hogares autóctonos los que las contratan, precisamente porque pueden permitirse el pagarles menos dinero, completando el círculo del problema.

Está claro que es necesaria una concienciación social en este sentido. El trabajo doméstico es conveniente, es necesario para la sociedad hoy en día. Entre otras cosas porque, como he comentado, sustenta nuestro bienestar, a pesar de que sea una labor desvalorizada en el imaginario colectivo. A su vez, es necesario mostrar a los ciudadanos las dificultades que estas mujeres tienen para acceder a un empleo, a pesar de su preparación en muchos casos.

¿Qué errores se cometen a la hora de analizar al colectivo de las mujeres inmigrantes?

El principal es que se las considera como un grupo homogéneo, cuando no lo son. Las féminas inmigrantes proceden de muchos lugares, de distintas culturas y, en cambio, siempre se les tilda de sujetos pasivos y se obvia su nivel educativo. Por otra parte, existe cierta mala interpretación en torno a aquellas que ejercen la prostitución. Si bien es cierto que tienen muchos problemas, también lo es el hecho de que muchas de ellas cuentan con sus planes y sus proyectos económicos propios. No obstante, hay un empeño por infantilizar al colectivo.

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