Joan Planes

barcelona – «Me he dado un baño de realidad», dijo ayer el candidato del PP
a la Generalitat, Josep Piqué, tras visitar los barrios de Sant Roc y
Artigas de Badalona (Barcelona), que tienen un tercio de población
inmigrante. En una campaña en la que la inmigración y la seguridad
ciudadana han sido los principales ejes del programa popular, Piqué acusó
directamente al PSC – gobiernan en Badalona – de crear «graves problemas de
convivencia» y alertó sobre un «riesgo real de que en según que barrios
sucedan los mismos episodios de violencia que en suburbios franceses hace
un año, porque veo una tensión brutal por aquí».
Durante el paseo, numerosos vecinos saludaron al líder popular, que
también recibió insultos. La mayoría de las quejas se referían al precio
de los alquileres de pisos, precisamente el día en que Piqué presentó sus
propuestas sobre vivienda. En este sentido, el popular recordó que «en
Badalona hace años que gobiernan PSC e ICV y se ha producido una subida
brutal de los precios de las casas de promoción oficial de Adigsa».
Piqué aseguró que «ésta es la Cataluña real, la que se aleja de los debates
estériles». Añadió que en barrios como Sant Roc y Artigas – dominada por la
etnia gitana y por inmigrantes de numerosas nacionalidades – «no se puede
medir el grado de catalanidad», en referencia al carné por puntos para
inmigrantes propuesto por el candidato de CiU, Artur Mas. «Estoy
impresionado», comentó al final de la visita.
Durante la
misma se registraron incontables intervenciones de los vecinos. Mientras
unos aseguraban que «no se puede convivir con los rumanos» – en un portal
han puesto un cartel con el lema – , otros se quejaban de que «esto es una
torre de babel» o de que «cada vez está peor el barrio». Otro vecino
lamentaba que «muchas veces a la salida de los institutos los chavales se
matan». «Estamos fatal y hay muchas cucarachas», denunció una mujer.
Pactos por escrito
En otro orden de cosas, Piqué se
refirió también a los posibles pactos poselectorales. «Los quiero por
escrito y transparentes», dijo en un almuerzo con empresarios en el
Círculo Ecuestre de Barcelona. En una nueva velada referencia a la
polémica firma ante notario del candidato de CiU, Artur Mas, en la que se
comprometió a no pactar de forma estable con el PP. «Somos un partido con
vocación de gobierno y queremos alcanzar responsabi – lidades en la
Generalitat, siempre que se respete la base de nuestro programa», señaló,
antes de añadir de nuevo que «no habrá cheques en blanco ni votos gratis».
Siguiendo con los pactos y resultados electorales, Piqué se mostró
optimista y recordó que «Mas dice que no quiere acuerdos con el PP, y
Montilla – candidato socialista – asegura que ni desea la sociovergencia
- pacto entre CiU y PSC – ni reeditar el tripartito, por eso alguien está
mintiendo». «No tendremos ninguna debacle electoral porque tenemos un voto
muy sólido y consolidado, hace cuatro meses las encuestas nos daban once
escaños y ahora son quince», que son los mismos que obtuvieron en las
elecciones autonómicas de 2003.
En el mismo almuerzo, Piqué
calificó la gestión de AENA en los aeropuertos por parte del actual
Ministerio de Fomento de «desastrosa» y señaló que «El Prat no tiene que
pugnar con el aeropuerto de Barajas por conseguir el vuelo hacia Buenos
Aires, sino para los de Shangai y Nueva Delhi». El presidenciable popular
ha asegurado en diversas ocasiones durante la campaña que «se tiene que
aprovechar al máximo los mercados emergentes de la India y China».
Finalmente, reincidió en denunciar que el sistema educativo catalán y
español «es de los peores de Europa, un desastre, falta pensar más en
nuestro capital humano y pensar menos en los Archivos de Salamanca y las
selecciones deportivas catalanas».