pamplona. El dueño y el encargado de un club de alterne de Pamplona, padre e hijo, han sido condenados a un 1 año y 3 meses de cárcel cada uno como autores confesos de un delito de prostitución de menores de nacionalidad rumana, quienes llegaron a Navarra creyendo que iban a trabajar recogiendo fresas.

Además, el encargado del club, Antonio E.R., ha sido condenado a 6 meses de cárcel y a una multa de 1.080 euros como autor confeso de un delito contra el derecho de los trabajadores, mientras que a un tercer hombre, Francisco C.C., el fiscal le retiró la acusación tras exculparle los otros procesados.

Asimismo, el súbdito rumano Jacob M., quien medió para que dos compatriotas llegaran a Navarra ha sido condenado a 1 año y 3 meses de prisión por un delito contra los derechos de los trabajadores. También, a padre e hijo, ambos vecinos de Pamplona, se les ha impuesto el pago de una indemnización conjunta de 36.000 euros.

El Ministerio Público solicitó también el cierre definitivo de la actividad del club Horóscopo, situado en la calle Aranguren de la capital navarra. En su escrito de acusación, el fiscal relata que Antonio E.R., de mutuo acuerdo con su padre, José Ramón E.A., contrataron a dos súbditos rumanos para que trajeran dos chicas rumanas a Pamplona.

Las dos mujeres contactaron en Rumanía con otra mujer, quien les dijo que podían venir a trabajar a España a recoger fresas, motivo por el cual las jóvenes llegaron a Pamplona el 10 de octubre de 2003, donde Antonio E.R. las llevó a un piso y les quitó sus pasaportes hasta que abonaran el viaje desde Rumanía.

Una vez en el piso, las otras mujeres que vivían alquiladas les contaron en que iban a trabajar, por lo que denunciaron a los acusados. Por ello, agentes de la Policía comprobaron que en el club trabajaban otras tres mujeres menores de 18 años.