JACOBO GARCIA. Especial para EL MUNDO

MÉXICO DF.-El presidente de México y otras 27 naciones latinoamericanas manifiestan su preocupación por la construcción de la muralla MÉXICO DF. – Aunque anunciada, la decisión estadounidense de construir un muro en su frontera con México ha caído como un jarro de agua fría entre todos los países del continente al sur del río Bravo. De una u otra forma, casi todos han expresado sus protestas, aunque obviamente fue el país azteca el que más levantó la voz recordando los derechos de los emigrantes y el clima de tensión que generará.

Ayer mismo, el presidente electo de México, Felipe Calderón, dijo que la construcción del muro en la frontera sur de EEUU es «un gran error», y comparó esta construcción con el muro de Berlín, informa France Presse. «Esta iniciativa no arregla nada», insistió.

Para el Gobierno mexicano, su construcción «lastima» las relaciones entre ambos países y «es contraria al espíritu de cooperación que debe prevalecer para garantizar la seguridad fronteriza», dijo el portavoz presidencial, Rubén Aguilar, minutos antes de que George W. Bush diera ayer jueves el pistoletazo de salida a la llamada ley del muro. Más duro fue su ministro de Exteriores, Luis Ernesto Derbez, quien calificó el muro de «tontería y un insulto entre amigos». Para el canciller mexicano, la aprobación de esta ley es «frustrante y triste tras cinco años de negociación en busca de un acuerdo migratorio». Acuerdo que cayó en el olvido tras los atentados del 11 de septiembre en EEUU. El ministro de Exteriores ironizó con la construcción del muro y señaló que, cuando concluya, «habrá que levantar más en las costas y en la línea fronteriza con Canadá».

Actualmente, casi 1.000 mexicanos cruzan o intentan, diariamente, atravesar la frontera de forma ilegal, y quienes lo consiguen acaban contribuyendo a la segunda fuente de ingresos más importante para el país después del petróleo: las remesas de sus emigrantes.

En el resto del continente, la reacción fue similar. De las 34 naciones integrantes de la OEA (Organización de los Estados Americanos), 27 aprobaron una declaración conjunta en la que expresaron «su profunda preocupación» por la decisión estadounidense, calificada de «unilateral y contraria al espíritu de entendimiento que debe caracterizar la atención de los problemas comunes entre vecinos».

El nuevo Gobierno peruano de Alan García calificó de «vejatoria» y «errónea» la decisión estadounidense. Desde Venezuela, Hugo Chávez afirmó que «en Europa hay libre tránsito de mercancías y también de personas y eso debería hacerse en América. Pero eso no le interesa a EEUU. «Los indignos que gobiernan en EEUU van a hacer otros muros; ellos que hablan de libertades…».