AUTONOMICAS 1N / El PP vuelve a hacer campaña en feudos socialistas
Piqué teme brotes de violencia urbana como los franceses en los barrios de Cataluña
El Mundo, 27-10-2006DANI CORDERO
BARCELONA.-El candidato del PP visita el barrio badalonés de Sant Roc para avalar su programa de inmigración Josep Piqué cree que existe un «riesgo real» de que en los barrios catalanes salte la «chispa» y estallen brotes de violencia urbana como los que asolaron hace un año la banlieue, los suburbios de las grandes ciudades francesas. El candidato del Partido Popular efectuó estas declaraciones después de darse un paseo por la «Cataluña real» que, en su opinión, representa el barrio de Sant Roc de Badalona, donde reconoció haber percibido «una tensión brutal».
«Falta poco para que, en algún momento, esto salte» y que «la chispa se transforme en incendio» porque «hay serios riesgos de convivencia», señaló Piqué a los periodistas al concluir una visita que no dudó en calificar de «bestial». Es una incógnita si el candidato consiguió ayer un voto más para el PP en el feudo socialista de Maite Arqué, pero sí logró darse un baño de realidad para conocer ese tipo de problemas reales a los que se refiere en campaña.
La tarde del candidato fue de contrastes. Bastaron un par de horas para que pasara de almorzar con la dirección del elitista Círculo Ecuestre a tratar de hablar con numerosos vecinos de los barrios de Sant Roc y Artigues. En el tránsito de deshizo de la corbata. El tour preparado por la asociación de vecinos fue tan enriquecedor como, probablemente, ingrato en un barrio desestructurado en el que inmigrantes y antiguos barraquistas en los años sesenta comparten a partes iguales dos tercios de la población total. Le hablaron de peleas, de la ocupación de una pista polideportiva como mezquita y él mismo pudo leer el No queremos rumanos estampado en un cartel. Eran pruebas que le permitieron corroborar al final la necesidad de crear un Departament d’Immigració como el que recoge su programa.
Fue recibido por algunos, escuchados por otros y echado por pocos en un barrio donde lo que se llamaría Bar Manuel es el Bar del Manuel. Un barrio que para un grupo de jubilados «no es Badalona, porque eso se acaba en la plaza de Pepe Ventura y esto es ná».Un barrio donde nadie se corta y donde tanto te pueden pedir un «todos a una, como tú dices en la tele, nen» para reirse de tí después con los compadres del bar, como para ser más explícitos: «Fuera de aquí; sólo os acordáis de nosotros cuando necesitáis el voto», le espetó un hombre mayor después de que Piqué se acercara al haber sido recriminado con una queja firmada con un «semo catalane». El «nosotros estamos en la oposición» de Xavier García Albiol, concejal de Badalona por el PP, no sirvió como réplica.«El que más o menos, se lava las manos» o «lo que se quiere no se entiende», murmuraban personas cercanas a la comitiva.
Algo así sucedió cuando un padre de cuatro hijos le enseñó una notificación según la cual tenía que pagar el doble por el alquiler de su piso de protección oficial. Uno aconsejó que se pusiera en contacto con ellos después de las elecciones y no había otra posibilidad de respuesta. «El 31 de octubre se me acaba el contrato y dicen que me desalojarán, ¿qué hago yo después de las elecciones?», vino a decir el vecino desesperado, en busca de soluciones reales.
Más tranquilo estaba otro que había recibido ya la tarjeta censal para acudir a las urnas el próximo 1 de noviembre. La Administración no falló y la tarjeta censal llegó sin ningún problema a la furgoneta en la que vive. Cosas de carteros. Porque en Sant Roc son casi más las furgonetas aparcadas en las aceras que coches – y en los bloques construidos en los años sesenta no hay aparcamiento soterrado alguno – , gran parte de ellas útiles para, además de vivir dentro de algunas de ellas, recoger esas sobras de metal que le sobran a la Cataluña virtual para poder sobrevivir en la Cataluña real.
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