B. CORRAL/

VITORIA. DV. Nueva tragedia en las carreteras alavesas. Dos jóvenes operarios de la construcción fallecieron ayer tarde después de ser atropellados por un turismo que viajaba a gran velocidad cuando trabajaban en las obras de acondicionamiento y mejora de la carretera N-1 en sentido Irun, en las proximidades de Armiñón. Con ellos son ya tres los trabajadores que han perdido la vida a lo largo de este año en ese tramo de la autovía.

El siniestro se produjo pasadas las cuatro de la tarde, a la altura del kilómetro 325,9, en el tramo situado entre Miranda de Ebro y el condado de Treviño. A esa hora, y ajenos al peligro que se les avecinaba, el pakistaní Lamnagouar Lamine, de 23 años, y el marroquí Ishtiaq Ahmep, de 36, se encontraban realizando labores de señalización y limpieza de la calzada, separados entre sí por varios metros, para facilitar la inmediata incorporación a la carretera de uno de los camiones que toman parte la reforma de la carretera.

En ese momento, el turismo, un Ford Focus con placas nuevas, se salió de la calzada y les atropelló con gran violencia. El impacto fue tal que los cuerpos salieron despedidos una decena de metros y cayeron uno en el mismo arcén y otro dentro del perímetro de las obras. Ambos fallecieron en el acto, sin que los sanitarios desplazados hasta el lugar del accidente pudieran hacer nada para salvarles la vida.

«El conductor del coche, un joven de 24 años, pudo frenar varios metros después y salió inmediatamente para conocer el estado de los trabajadores», informó el diputado alavés de Obras Públicas, Javier de Andrés, trasladado al lugar de los hechos nada más conocer lo sucedido. Los operarios fallecidos pertenecían a la empresa Encofrados Ansótegui, subcontratada por Acciona en las obras de mejora del último tramo de la N-1 a su paso por Álava.

Indicativo de reducción

Aunque tanto la Ertzaintza como el Instituto vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, investigan las causas exactas del fatal siniestro, fuentes de la Policía autonóma revelaron que, en el momento del atropello, el turismo circulaba a gran velocidad. «Lo hacía por lo menos a 140 kilómetros por hora, pese a que antes de llegar a este punto ya había otro operario indicando una reducción de velocidad», aseguraron fuentes policiales a este diario.

El conductor, cuya identidad se desconoce, fue trasladado por la Ertzaintza a un hospital de la capital alavesa para realizarle las correspondientes pruebas de alcoholemia. Mientras, los cuerpos de los fallecidos fueron conducidos por la funeraria Vitoria Gasteiz hasta el Instituto Anatómico Forense, donde se les realizó la autopsia.