JOAQUÍN SAMPER JUAN PRESIDENTE DE LA SALA DE LO SOCIAL DEL TRIBUNAL SUPREMO

«Los inmigrantes no hacen todo el uso que debieran de la Justicia»

La Verdad, 26-10-2006

CRISTINA GARCÍA/MURCIA

El presidente de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, el murciano Joaquín Samper Juan, fue el encargado ayer de inaugurar en el Auditorio de Murcia el congreso El futuro de la Jurisdicción Social, un evento sin precedentes al reunir a casi la totalidad de los magistrados de este orden en todo el país.

- En este congreso, los magistrados de lo Social reclaman más competencia. ¿No será por que no tienen suficiente trabajo?

- No exactamente. Hay zonas grises, zonas de frontera donde las competencias están distribuidas probablemente no con toda la corrección que debieran entre el orden civil, social, contencioso administrativo, y esto es lo que queremos clarificar. Pese a que tenemos mucho trabajo, entendemos que, por ejemplo, en materia de accidentes de trabajo todas las responsabilidades deben resolverse ante una misma jurisdicción para que haya una unidad de causa que pueda resolver definitivamente todos los problemas en una misma sentencia o ante un mismo juez. Lo que queremos es que se armonicen las cosas para que todo vaya mejor.

- ¿Por qué es tan importante que tengan competencia plena en los accidentes de trabajo?

- En este momento, en los accidentes de trabajo la responsabilidad contractual le corresponde a la sala de lo social; lo que es la responsabilidad extracontractual ha encontrado amparo en la sala de lo civil; y los recargos por faltas de medidas de seguridad son del orden contencioso administrativo. Es una diversidad que no es interesante ni beneficiosa.

- ¿Ha perdido peso la Jurisdicción Social en el contexto de la Justicia?

- No. Lo que ocurre es que la Jurisdicción Social funciona al ritmo que lo hacen los ciclos económicos y en las épocas de bonanza económica desaparece gran parte de la conflictividad. No se producen tantas despidos, tantos expedientes de regulación de empleo,… y eso puede dar la sensación de que tiene menos protagonismo pero no es así.

- ¿Llegan muchos casos al Supremo relacionados con la discriminación de la mujer en el trabajo?

- Creo que la labor de los jueces ordinarios (los de las cuatro jurisdicciones) y del tribunal constitucional ha ayudado a que en el mundo del trabajo y empresarial se tome clara conciencia de que no es posible establecer discriminaciones, que la mayoría solían ser de tipo económico. Ahora, esto ha desaparecido porque los convenios colectivos contemplan la igualdad entre hombres y mujeres, al menos teóricamente, aunque no quiere decir que luego en la realidad eso se cumpla a rajatabla. Creo que ha bajado, al menos en el Supremo notamos que nos llegan menos casos.

- El mobbing (acoso laboral) es una de las figuras más novedosas a las que se enfrentan los juzgados y salas de lo Social…

- Enormemente novedoso. Antes se valoraba como situaciones de desigualdad de trato pero no teníamos una figura tan claramente delimitada. El mobbing tiene necesariamente que ir desapareciendo. De todas formas, siempre que se crea una institución jurídica, inicialmente se convierte en un tema estrella. Pero hay una enorme sensibilidad por parte de todos los jueces para combatirlo radicalmente.

- ¿Qué papel tienen los inmigrantes en la Jurisdicción Social? ¿Hacen uso de la Justicia?

- Yo me atrevería a decir que no tanto como debieran por una razón que es que gran parte de la inmigración está trabajando en la economía sumergida y ésta no llega a la Jurisdicción Social porque no hay contratos. Tienen poca protección aunque afortunadamente los sindicatos se están preocupando mucho de ellos y cada día llegan más. En el momento en el que vayan tomando clara conciencia de sus derechos y estén más sindicalizados irá desapareciendo la marginación que hay.

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