LLUÍS PELLICER – Barcelona

A Abdul – Razzaq Sadiq (Gujrat, Pakistán, 1973) las elecciones catalanas no sólo le interesan, le apasionan. Ello explica que haya acudido a cinco actos de campaña del PSC, tres de CiU y otros tantos de ICV – EUiA. Llegó a Barcelona en 2000, procedente de una provincia de Pakistán que en los últimos años ha visto emigrar al 70% de su población, sobre todo hacia Gran Bretaña y, desde hace un tiempo, España e Italia. Después de tener varios empleos, en 2002 empezó a enviar crónicas para un diario de su país y a colaborar en medios barceloneses.

Pregunta. Con tanto interés por la política, debe desear obtener el derecho a voto.

Respuesta. No sólo eso. También me gustaría presentarme como candidato en alguna lista.

P. ¿En un partido nuevo?

R. No, en alguno que exista.

P. ¿Por ejemplo?

R. El PSC o ICV – EUiA.

P. ¿Es de izquierdas?

R. Mejor me considero socialista. El PSC me convence porque habla de dar derechos.

P. ¿Como el de sufragio a los inmigrantes?

R. Sí, claro. ¿No vivimos aquí? Es la mejor forma de integrar a la gente.

P. ¿Cree que la comunidad paquistaní acudiría a votar?

R. Muchos no siguen la campaña porque trabajan todo el día y cuando llegan a casa sólo piensan en descansar. Pero he coincidido con paquistaníes en actos políticos en Tarragona y Badalona.

P. ¿También estuvo pendiente de la elaboración del Estatuto?

R. Al principio, luego se alargó mucho. ¡Si hasta los catalanes se aburrían con este proceso!

P. La inmigración es uno de los ejes de la campaña. ¿Qué le parece la propuesta del carnet por puntos de CiU?

R. Nos ponen muy duro lo de aprender catalán. Yo quiero conocerlo más, y hablarlo, pero primero he de consolidar el castellano, que es la segunda lengua en el mundo. Necesitamos tiempo.

P. ¿Y qué piensa cuando se lanzan estas ideas?

R. Me duele que en actos políticos algunos asistentes arremetan contra los extranjeros con argumentos como “nos quitan el trabajo”, “nos roban los pisos” o “son delincuentes”. Nada es verdad.

P. ¿El idioma es un problema?

R. Primero siempre está la falta de papeles, y luego la lengua, el trabajo y la vivienda.