Galicia mantiene todavía una alta tasa de analfabetismo entre los 14.000 gitanos que, según la Unión Romaní, viven en su territorio. El absentismo escolar es otra de las lacras del colectivo ronda el 30% y en el congreso ourensano se repitieron los llamamientos para que los padres obligasen a los niños a acudir a la escuela. «No podemos exigir más y mejores colegios, si luego no mandamos a los niños», advirtió el gerente de la Unión Romaní, Antonio Torres. En ese mismo capítulo, el presidente del colectivo recogió el guante lanzado por el alcalde ourensano para potenciar institucionalmente la enseñanza de la lengua gitana entre los escolares, de la misma manera que se hace con los idiomas de otros colectivos minoritarios de inmigrantes: «La primera referencia documental de presencia gitana en España es en Galicia, así que bien podría ser aquí donde se pusiera en marcha un proyecto piloto de enseñanza del romanó [caló] normalizada en las escuelas».