M. BALÍN/COLPISA. MADRID

La creciente presencia de alumnos inmigrantes en las escuelas españolas no afecta a la convivencia. Así lo asegura el 62,5% de los estudiantes de 11 a 18 años en una encuesta elaborada por la Fundación Hogar del Empleado ( FUHEM), en la que de forma mayoritaria se muestran «de acuerdo o muy de acuerdo» en la aceptación de minorías en la aulas. «En desacuerdo» dice estar un 11,7% de los entrevistados, y un 25,8% se declara indiferente ante este fenómeno. La encuesta se ha realizado entre 1.998 alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato.

A pesar de que casi dos de cada tres alumnos acepta a los inmigrantes en su aula – sólo en los centros de Málaga hay unos 18.000 extranjeros matriculados – , la respuesta varía en función de la etapa de estudios en la que se encuentre el estudiante. Si a un 76% de los alumnos pertenecientes a Primaria le «parece bien que haya alumnos extranjeros» en sus clases, esta actitud cae a la mitad entre los escolares de Secundaria, tanto los de la ESO como de Bachillerato, donde crece hasta en un 18% las posturas contrarias.

Colegios privados

«Es un dato preocupante que debería ser abordado», explica uno de los elaboradores del estudio, Álvaro Marchesi, que explica esta postura por dos factores: por un lado que la mayoría de los inmigrantes están escolarizados en edades tempranas y no en Secundaria – donde el número de inmigrantes es aún menor – , por lo que se aleja la percepción de este fenómeno, del otro que cuando los alumnos de Secundaria llegan a la universidad ganan en valores, entre ellos la tolerancia.

También resulta llamativo cómo observan el fenómeno de la inmigración en la escuela los estudiantes de colegios públicos y privados. Los primeros muestran una actitud más positiva (69,5%) que los segundos (54,8%), mientras que en desacuerdo se muestran un 8,5% de los alumnos de educación pública frente a un 15,2% de los de privada. El resto permanece indiferente ante este fenómeno.

En cuanto a la violencia en las aulas, el 5% de los alumnos encuestados de entre 11 y 18 años se siente maltratado por alguno de sus compañeros y el 3% admite que los maltrata habitualmente. El porcentaje de alumnos de Bachillerato que se siente maltratado o maltratador no llega al 1%, ya que esa impresión estaría más arraigada entre los estudiantes de entre 12 y 13 años.

Muy satisfechos

A pesar de las dudas que les entran en aspectos relacionados con la conflictividad escolar – inmigración, violencia – , en líneas generales el grado de satisfacción del alumnado con el centro es alto, especialmente en las cuestiones relacionadas con los compañeros, la atención del tutor, la manera de enseñar de los profesores y la preparación que obtienen. Si bien la satisfacción de los escolares disminuye conforme van pasando cursos y llegan a bachillerato.

Los alumnos que estudian en centros privados se sienten más contentos con la preparación que obtienen, la manera de enseñar de los profesores, las actividades extraescolares y la disciplina. Los de los centros públicos valoran la participación en el centro, la atención tutorial y los recursos disponibles.

Con respecto a los factores que inciden en la educación, la mayoría considera que son el colegio y la familia, por este orden, los más relevantes; que están más preparados que sus padres cuando tenían su misma edad; y que casi la mitad considera que sus compañeros tienen poco interés por aprender. «Esta satisfacción de los alumnos puede encerrar una contradicción por los últimos informes sobre la educación española, aunque no es así, ya que lo que hacen es responder a su relación con el centro escolar», señala Marchesi.