La policía protege la vuelta a clase en un colegio de Granada tras un caso de agresión
Una madre abofeteó delante de su hijo de cinco años a una maestra después de que ésta le comunicara que el pequeño había pegado a un compañero La Junta de Andalucía califica el incidente de «indignante e inadmisible»
Diario Sur, 25-10-2006SUR/GRANADA
En el colegio público de Educación Infantil Arrayanes, en la zona norte de la capital granadina, se notaba que ayer no era un día normal. Agentes de la policía local y autonómica custodiaron la entrada de los escolares al centro, una labor que realiza habitualmente una portera del barrio que está integrada en el quehacer diario del colegio. Pero ayer era una jornada diferente. Quedaba aún la resaca del incidente que tuvo lugar en la víspera – el pasado lunes – entre una maestra y la madre de un alumno.
El hecho tuvo lugar al mediodía cuando la maestra comunicó a la madre de un alumno que su hijo había agredido a otro niño de tres años en el patio. Tras este comentario, la mujer, de etnia gitana, abofeteó a la docente y la muer amenazó de muerte. Y no estaba sola, le acompañaban varios familiares que acudieron al centro al conocer lo sucedido.
De «inadmisible» e «indignante». Así calificó la delegada de Educación de la Junta de Andalucía en Granada, Carmen García Raya, la agresión. García Raya reiteró el «total apoyo» a la comunidad educativa de la Delegación que el mismo lunes se puso en contacto con la maestra, quien se ha entrevistado con los abogados de la Junta para el asesoramiento jurídico.
Integrados
El colegio, que cuenta con 140 alumnos, tiene una media de escolares por clase de entre diez y 12 niños, integrados, según explicó García Raya, en diversos programas de acompañamiento. «Lo normal sería pensar que no puede pasar una cosa así» en dicho centro, apuntó. Una madre que va a recoger a su hijo y recibe una información sobre éste que no le agrada es «indignante» que reaccione del modo en que lo hizo esta señora, recalcó la delegada.
Pese a los lamentables hechos, la coordinadora de Anaquerando, Pilar Heras, subrayó que se trata de «una raya en el agua», ya que en el centro no se han registrado incidentes con anterioridad y pidió que «no se juzgue a todo el mundo por igual».
La coordinadora de la asociación, que atiende las necesidades del colectivo gitano, etnia de la presunta agresora, indicó que se va a reunir con la profesora, así como con la familia, cuando se le identifique, para mediar e «intentar evitar» que se repitan sucesos como éste.
Reconoció que en la zona existe «conflictividad» con algunas familias, aunque no por ello se producen incidentes como el ocurrido de forma diaria en el colegio, que ayer desarrolló su actividad docente normal, según comunicó un trabajador del mismo.
La Consejería de Educación va a poner en marcha este año además de la asistencia jurídica a los profesores, ya en curso, un teléfono gratuito de atención para apoyar psicológicamente a los docentes que se encuentren en situaciones similares.
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