(Firma: Fina Ulloa | Lugar: ourense)
La asamblea de gitanos gallegos organizada por la Unión Romaní y una de las dos federaciones autonómicas de este colectivo en Ourense ha destapado importantes problemas de integración de los ciudadanos de esta raza en el tejido social gallego. El presidente de la Unión Romaní, el ex diputado Juan de Dios Ramírez Heredia señaló: «Por lo que nos cuentan los propios gitanos y por lo que percibimos en cada visita a Galicia aquí se dan todavía problemas muy graves que es necesario solventar». Para este dirigente gitano, Galicia está a la cola en logros sociales que su colectivo ya ha alcanzado en otros puntos de España.


Quizá por ello, el programa Gitanos en Red, que durante dos días se desarrolló en la capital ourensana con representantes de comunidades gitanas de las cuatro provincias, se ha centrado en animar al colectivo a asociarse para luchar colectivamente en la defensa de sus intereses.


En el balance final, el capítulo laboral fue de los más destacados por los dirigentes del colectivo gitano. Ramírez Heredia recordó que «no se puede ser libre si la nevera no está llena» y matizó que la mayoría de los gitanos gallegos tienen como única salida la venta ambulante. En este sentido, el presidente de la Unión Romaní matizó que «el ejercicio legítimo de este trabajo ambulante es el gran caballo de batalla en el que las instituciones locales son las que tienen competencias y tienen que colaborar, facilitando al máximo esta actividad que es la única salida para muchos gitanos». Sin querer apuntar nombres, Heredia matizó: «Hay alcaldes buenos, no lo voy a negar, pero también nos consta que hay alcaldes malos, intrínsecamente malos, que nos ponen condiciones draconianas y todo tipo de dificultades para ejercer la venta ambulante, y aunque los hay en todas partes, aquí peor que en otros lugares». «Así es imposible que luego nos pidan milagros, si no nos dan la posibilidad de ganarnos la vida honradamente con lo que sabemos hacer», apuntó e l responsable del colectivo nacional.


A pesar de todo ello, uno de los objetivos del colectivo a medio plazo es romper con la tendencia de este destino para las nuevas generaciones. Heredia animó también a los gitanos gallegos a hacer un esfuerzo para formarse en otras salidas del mercado de trabajo.