El jurado popular del crimen de la catana emitirá su veredicto entre hoy y mañana

La Voz de Galicia, 24-10-2006

Alberto Mahía, A coruña)

Las tres acusadas de matar a cuchilladas en agosto del 2003 a un traficante de drogas coruñés en su propio domicilio conocerán su futuro entre hoy y mañana. Si el jurado popular, que ya comenzó su deliberación, estima como verdaderas las pruebas presentadas por el fiscal, las procesadas serán condenadas por homicidio y podrían pasar 13 años en prisión.


El peso de las pruebas no es el mismo para cada una de las procesadas. Es cierto que el fiscal sostiene que entre las tres clavaron hasta 47 veces una catana y un cuchillo en el cuerpo de Luis Manuel Pallares Manso movidas por un ataque de celos, ya que este hombre de 60 años y muy conocido en los ambientes de la prostitución compaginaba hasta pocos días antes del crimen, según la acusación pública, relaciones sentimentales con dos de ellas. Pero existen más pruebas e indicios contra unas que contra otra.


Así, la brasileña Silvania Moraes, que reconoció que estuvo en el lugar del crimen y que juró haber visto como la otra imputada, la ecuatoriana Susana Guzmán, mataba a Luis Pallares con la ayuda de un «colombiano con entradas y alto», ha de responder también por una huella de su pie sobre un charco de sangre de la víctima.


Susana Guzmán, por su parte, negó la imputación de su compañera de banquillo y presentó como pruebas varias facturas de hotel y hasta su presencia en un control de alcoholemia que demostrarían que estaba en Valladolid la noche en que se produjeron los hechos. Pero esa coartada podría venirse abajo si el jurado estima como más veraz la declaración de una amiga de la víctima, que aseguró que fue testigo de una pelea entre la acusada y el fallecido la víspera del crimen. Esta importante testigo, que no compareció a pesar de ser requerida durante los últimos días por las autoridades judiciales, estuvo a punto de obligar a suspender el proceso, pues el fiscal así lo pidió ante lo determinante que resultaría su presencia en la Audiencia Provincial coruñesa. El juez decidió no suspender, pero sí permitió que se leyera al jurado la declaración de esa testigo en los juzgados pocas semanas después del crimen.


Contra la tercera procesada, la brasileña Tania Aracele, pesan principalmente dos pruebas. Por un lado, esta mujer durmió la víspera del homicidio en casa de la víctima; y por otra parte, sus restos genéticos fueron hallados en el arma. La imputada se justificó. Dijo que la víctima se la había mostrado y que ella la cogió en sus manos. Así las cosas, al jurado se le presenta una difícil deliberación.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)