Un ultranacionalista, nuevo viceprimer ministro de Israel

ABC, 24-10-2006

LAURA L. CARO. CORRESPONSAL

JERUSALÉN. Viceprimer ministro de Israel y titular de la nueva cartera de Asuntos Estratégicos. O lo que es lo mismo, del departamento que se ocupará de gestionar las delicadas decisiones relativas a la amenaza nuclear iraní. Son las dos responsabilidades que, previo beneplácito del Parlamento, asumirá en el Ejecutivo hebreo el ultranacionalista líder del partido Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, tras el acuerdo firmado ayer después de semanas de negociaciones con el jefe del Gobierno, Ehud Olmert.

Un acuerdo que se sellaba anoche ante la oposición y las amenazas de abandonar la coalición del Partido Laborista, cuyo Comité Central tiene previsto reunirse este jueves para tomar una decisión al respecto, si bien las últimas declaraciones de su jefe de filas, Amir Peretz – advirtiendo que entre ambas formaciones existe un profundo abismo en lo que a los derechos civiles se refiere, si bien se impone apuntalar el Gobierno – , hacen pensar que no habrá espantada política. Al menos de inmediato.

Otra cosa, según señalan los analistas, será el voto de los ministros laboristas en el seno del gabinete, en especial los de la encargada de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, y del propio Peretz, que podrían optar por castigar con su rechazo la intromisión en sus respectivos poderes de Lieberman, que ha conseguido de Olmert una cartera a la medida de sus deseos.

Estabilidad

La incorporación del Israel Beitenu («Israel es nuestra casa») y de sus 11 escaños, interpretada como un paso adelante de Olmert para procurar estabilidad a su tambaleante coalición expresamente con vistas a la aprobación de los próximos presupuestos generales – que ya no dependerá sólo de los laboristas – , era recibida con los improperios del diputado árabe israelí Ahmed Tibi. Que en una rápida reacción criticó la jugada del primer ministro tachando a los nuevos socios de partido «fascista», y su integración, como «el traslado del racismo y del odio a los árabes desde la calle al Gobierno». Y es que, a pesar de la deliberada mención de Ehud Olmert ayer a que el acuerdo con Lieberman no modificará «los principios básicos de la coalición», la inclusión en el texto del compromiso de abordar cuestiones como los matrimonios civiles, desvelada por la edición digital del Haaretz, unida a los tradicionales mensajes del líder derechista acerca de la necesidad de expulsar a todos los árabes de Israel a cambio de una indemnización y en contra de cualquier negociación con los palestinos, hacen temer que haya mucha letra pequeña.

La suma de los diputados del Israel Beitenu a la coalición de Olmert – cuajada tras los anteriores fracasos de adhesión tanto de la formación ortodoxa Judaísmo Unificado de la Tora (6 escaños) como del partido laico de izquierdas Meretz (5 escaños) – quedaba ideológicamente expedita tras la decisión del primer ministro de aparcar su plan de evacuación de decenas de asentamientos en Cisjordania.

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