El ‘número dos’ de ERC apunta que sólo su formación garantiza la integración real en Cataluña Como un «estatus pasajero», así definió ayer el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, la condición de inmigrante.Al menos, para su partido: según el número dos republicano, la inmigración es un reto que sólo se puede afrontar desde la integración total, y eso es algo que no prevén los programas de los principales candidatos en la carrera a la Generalitat, Artur Mas (CiU) y José Montilla (PSC).

A modo de ejemplo, Puigcercós advirtió que los convergentes abocarán a Cataluña a «un conflicto social» si nadie tiene fuerza para impedirlo, porque su política «neoliberal» no prevé ayudas sociales suficientes para los inmigrantes. «El recorte de servicios públicos creará guetos sociales en los que se discriminará por motivos económicos y surgirán bolsas de pobreza», auguró el líder de ERC.

La alternativa Montilla tampoco está bien, señaló Puigcercós.Porque el PSC, asegura, «querrá hacer un gueto cultural», porque considera la inmigración «como un estatus que se hereda» y porque, en definitiva, los socialistas catalanes impulsan una política que busca «impermeabilizar la inmigración para que no pueda integrarse».

El candidato a la Generalitat de ERC, Josep Lluís Carod – Rovira, ya había apuntado en este sentido en días pasados, cuando señaló que a los socialistas ya les iba «bien» que los catalanes que proceden de otros lugares de España no se integren, porque el PSC tiene ahí un nicho de votos. «Casi parece que les interese tenerlos en las casas regionales».

Puigcercós, que hizo estas manifestaciones durante un mitin celebrado ayer en Granollers ante unas 450 personas, fundamentó sus acusaciones en hechos, y en el trabajo hecho desde el Departament de Benestar i Família cuando estaba encabezado por la número tres de la candidatura, Anna Simó.

Así, Puigcercós recordó que, desde el Govern, su formación promovió la creación de «1.055 aulas de acogida» para inmigrantes en las escuelas catalanas, y recordó que en la época de CiU, «cuando llegaba un niño filipino, que hablaba tagalo, lo metían en un aula de ESO» sin ninguna asistencia especial.

Huevos rotos y tortillas

Aún ahondando en la problemática de la inmigración, ERC defiende un proceso «controlado» de entrada al país de extranjeros, con contrataciones de origen, para evitar «la explotación laboral» y que se consolide la figura del trabajador que no tiene vacaciones, que no cotiza a la Seguridad Social y que trabaja 14 horas al día, «porque eso perjudica a todos».

El llamamiento al voto a ERC giró en torno a un argumento esencial: «si no fuera por nosotros, no se habría movido nada». Así fue como Puigcercós atribuyó a su partido haber sido el primero en plantear el rescate de los peajes y en denunciar el déficit fiscal, algo que en esta campaña ha entrado en los programas electorales de la mayoría de los candidatos. «En este país si se han hecho tortillas es porque nosotros hemos roto los huevos», enfatizó.

Puigcercós alertó contra «el cruce de intereses letales» que implicaría un gobierno «sociovergente» (CiU – PSC), y aseguró que este tipo de Ejecutivo «se decidiría en Madrid» y comportaría convertir de nuevo a Cataluña «en el país de las aguas estancadas en el que no hay nada que se mueva».

El dirigente republicano insistió en que Mas es el candidato de Zapatero, y que Montilla en realidad «es el encargado». Visto así, Puigercós desempolvó el eslógan de una conocida marca de ropa interior para proclamar que a Cataluña «no le interesa un pacto como el cruzado mágico de Playtex, el del ‘tápame tú en Cataluña que yo te taparé en Madrid’».