Cientos de ciudadanos recorrieron ayer el centro de Donostia en una marcha contra de la pobreza que pone punto final a una semana de movilizaciones frente a esta lacra social, en la que han tomado parte un total de 40 ciudades en todo el Estado.

Los acordes del músico Manu Chao, que no dejaron de sonar por megafonía en el Bulevar, cedieron el protagonismo a partir las 17.30 horas a miembros de varias organizaciones, movimientos sociales guipuzcoanos y ciudadanos anónimos que iniciaron el recorrido.

La pancarta que encabezaba la marcha resumía el motivo del encuentro: Pobreziari aurpegia eman (Rebélate contra la pobreza), una frase coreada insistentemente, que fue cobrando fuerza según avanzaba la marcha.

Tras la pancarta, se pudieron ver algunas caras conocidas de diferentes instituciones, como la del concejal delegado de Servicios Urbanos en el Ayuntamiento de Donostia, Alberto Rodríguez (PSE-EE); la de la diputada foral para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social, Mari Carmen Marín, o la de Leire Ereño, presidenta de Juntas Generales de Gipuzkoa.

Tras ellos marchaba una segunda cabecera, en la que ciudadanos portaban carteles que completaban una gran foto-pancarta colectiva con el lema Pobrezia . Se da la circunstancia de que se había sido elaborada previamente con la participación de decenas de solidarios que se habían dejado fotografiar.

euskadi se vuelca En toda Euskadi, los actos fueron impulsados por la coordinadora ONGD de Euskadi; la red de economía alternativa y solidaria Reas; la red europea de lucha contra la pobreza y la exclusión social en Euskadi y la plataforma ILP Sarea, promotora de una iniciativa legislativa popular en el Parlamento Vasco con demandas en favor de medidas solidarias con los países empobrecidos.

En el resto de capitales vascas se sucedieron actos similares. En Bilbao, los convocantes organizaron el desarrollo de diversas actividades lúdico reivindicativas en la plaza del Teatro Arriaga, como juegos teatro de calle y la difusión de un manifiesto por parte de los organizadores.

Varias organizaciones también reclamaron en Vitoria a los países ricos y al Banco Mundial que cancelen la deuda de los países más pobres y exigieron un cambio en las normas del comercio internacional.