El hábil ladrón de los Cárpatos
Los delincuentes rumanos afincados en la Comunitat Valenciana roban en camiones en marcha, falsifican tarjetas y desvalijan ópticas, entre otros delitos
Las Provincias, 22-10-2006Los delincuentes rumanos afincados en la Comunitat Valenciana roban en camiones en marcha, falsifican tarjetas y desvalijan ópticas, entre otros delitos Placas solares, aparatos ópticos, aceite de oliva, cabrestantes (pequeñas máquinas de arrastre instaladas en las grúas) y ahora, la mercancía que transportan los camiones. Las bandas internacionales de delincuentes que operan en la Comunitat Valenciana eligen o cambian sus objetivos según el valor en el mercado negro de los productos robados y en función de las habilidades de los integrantes del grupo.
Dicen los expertos en seguridad que el número de asaltos a ópticas en la provincia de Valencia comenzó a disminuir en 2005 conforme aumentaba la cantidad de aparatos de optometría vendidos de forma ilegal en Rumanía y otros países de Europa del Este.
La explicación es obvia. Los grupos delictivos trasladaban las valiosas máquinas que sustraían en España a varios países europeos, donde las vendían y obtenían botines millonarios. Algunos de estos aparatos para graduar la vista y cortar las lentes pueden costar hasta 24.000 euros, mientras que los ladrones los ofertaban por un precio muy inferior.
Cerca de un centenar de ópticas fueron desvalijadas durante 2004 y 2005 en la Comunitat Valenciana, según fuentes del sector. Pero el mercado clandestino del sector se saturó en pocos meses y las bandas tuvieron que buscar otro objetivo: los cabrestantes.
Con los tornos de las grúas ocurrió algo parecido el año pasado. Tras una oleada de robos de estos aparatos, el número de sustracciones comenzó a disminuir. Un cabrestante tiene un valor aproximado de 3.000 euros.
Estas pequeñas máquinas se atornillan a los vehículos para el arrastre de coches o mercancías. Sin embargo, esto no era ningún impedimento para los ladrones que se dedicaban a sustraer los tornos. Los malhechores arrancaban los aparatos o aflojaban los tornillos de la sujeción en apenas dos o tres minutos.
El robo organizado de oro verde
Luego llegó el robo organizado de aceite de oliva en las cooperativas. Y es que el denominado oro verde es más fácil de sustraer. Los almacenes agrícolas disponen de escasas medidas de seguridad, y por las noches, es difícil toparse con una patrulla de la Guardia Civil en una carretera comarcal debido a los problemas de personal en el instituto armado.
Aún así, para robar 100 toneladas de aceite de oliva, como ocurrió en una cooperativa de Jaén el 12 de diciembre de 2005, se requiere una amplia infraestructura y planificación. Estos dos requisitos son el denominador común de otro tipo de asaltos que han conmocionado a la sociedad valenciana: los robos de cajas fuertes y cajeros de bancos tras cortar con troncos las carreteras de los pueblos.
Son golpes perfectamente estudiados y perpetrados con tácticas paramilitares en pueblos sin retén de la Policía Local ni cuartel de la Guardia Civil. La delincuencia extranjera y, especialmente la de Europa del Este, cada vez es más organizada.
Prueba de ello son las continuas estafas con tarjetas de crédito falsificadas o los asaltos de la tristemente famosa banda de la excavadora. Este grupo delictivo se encuentra inactivo desde hace meses después de que la Guardia Civil estuviera a punto de detener a varios miembros de la banda en los montes de Titaguas.
Y desde hace un año aproximadamente, algunos malhechores rumanos se dedican a robar la mercancía de camiones en marcha en la A – 3. Utilizan un arriesgado método, un legado de la delincuencia de los Cárpatos. Un miembro del grupo delictivo adelanta con su coche al camión y frena de forma paulatina hasta obligar al transportista a parar prácticamente el vehículo.
Y en ese preciso instante, otro individuo que circula por detrás en otro turismo se sube al capó y se engancha a la parte trasera del tráiler. Tras forzar la puerta con una mano y sujetarse con la otra a una ventosa o ganzúa, el ágil ladrón se introduce en el tráiler y lanza a sus compinches las cajas que transporta el camión.
Contratan detectives privados
Como ya informó LAS PROVINCIAS, una veintena de transportistas han sido asaltados en los últimos meses en carreteras de la Comunitat Valenciana con este arriesgado método delictivo.
Tras la oleada de robos en la A – 3 y la carretera Nacional 340 (Valencia – Barcelona), algunos camioneros han decidido viajar en convoy para avisarse entre ellos por las emisoras en caso de que alguno detecte un vehículo sospechoso.
Además, la Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en las vías donde suelen delinquir estos audaces ladrones de los Cárpatos; y dos empresas afectadas han contratado a detectives privados para investigar quiénes cometen los asaltos y cómo actúan.
Cuatro ladrones quedaron libres
Pero tanto las medidas preventivas como las policiales parecen insuficientes cuando cuatro presuntos ladrones rumanos quedan libres, por orden judicial, dos días después de ser detenidos por robar en un camión en marcha en la A – 3.
Sucedió esta semana en la provincia de Valencia. La Guardia Civil apresó a los individuos el pasado martes tras una espectacular persecución desde Requena a Sagunto en la que participaron unas 15 patrullas policiales. Y el jueves, el juez de guardia los dejó en libertad con cargos al no estar acusados de un delito grave ni tener antecedentes policiales.
jmartinez@lasprovincias.es
(Puede haber caducado)