Los abogados de la mujer musulmana que insiste en vestir el velo ‘hijab’ mientras da clases en un colegio inglés han afirmado que creen que obtendrán el subsidio público para recurrir ante instancias superiores la sentencia que el pasado jueves dictó que la escuela no la ha discriminado por razones religiosas.

«Este caso plantea nuevas cuestiones legales sobre discriminación y creencia religiosa. Creo que necesitamos llevarlo a tribunales más altos», dijo Nick Whittingham, el abogado de la profesora. Aishah Azmi, de 24 años, llevó ante la magistratura de trabajo a la escuela Headfield School, en Dewsbury, en el norte de Inglaterra, tras ser suspendida por negarse a quitarse el velo cuando imparte clase.

Azmi fue contratada en septiembre del pasado año como profesora asistente y en esa función comparte el aula con otros profesores, que pueden ser hombres o mujeres. Uno de los profesores, que es hombre, planteó a la dirección de la escuela la necesidad de que Azmi se descubriese para que los niños la entiendan mejor cuando habla. Ella se negó, fue suspendida, y tras un largo conflicto, la magistratura anunció el jueves el fallo contra la denuncia presentada por la profesora.

La sentencia señala que no fue discriminada por razones religiosas, pero condena a la escuela a compensar a la profesora con unos 3.000 euros por el tratamiento personal lesivo que recibió durante el conflicto.

Tras la petición de que se quitase el velo, en septiembre del pasado año, Azmi consideró la posibilidad de dimitir, pero luego pensó que resistiría hasta forzar a la escuela a despedirla, según ha explicado a la BBC. Estuvo varios meses de baja por enfermedad. En febrero, regresó y de nuevo se le pidió que se quitase el velo. Se negó. Fue suspendida. Y ella denunció a la escuela ante la magistratura.

Sano silencio

El tribunal de tres magistrados llegó a su sentencia en julio, pero la ha publicado ahora, cuando existe una polémica más general en Reino Unido sobre el uso del velo, tras la petición por uno de los líderes laboristas, Jack Straw, a las mujeres musulmanas que visten el ‘hijab’ de que se lo quiten para beneficiar la comunicación con otros.

Ayer, el nuevo líder conservador, David Cameron, mostró su acuerdo con la escuela, pero advirtió que «hay un peligro de que los políticos hagan cola para expresar su opinión, lo que no sé si tiene buenos efectos». El diputado laborista por Dewsbury, Shahid Malik, pidió a Azmi que no prosiga en otros tribunales. «No hay apoyo real para que continúe, la sentencia es perfecta y ella está aislada. Sería más sano para todos que lo deje estar», dijo.