El «carné por puntos» de CiU cosecha la condena unánime de rivales e inmigrantes

Piqué (PP) califica la iniciativa de «frivolidad política» y Montilla

La Razón, 21-10-2006

barcelona – Nada más empezar la campaña electoral, el candidato de CiU a la
presidencia de la Generalitat, Artur Mas, avisó de que ya no es «ese
chiquillo al que Jordi Pujol puso ahí delante por enchufe». Para demostrar
que esto es un hecho y no sólo palabras, Mas lanzó anteayer una propuesta
en materia de inmigración que innova las iniciativas de su antecesor.
Pujol decía que «es catalán, quien vive, trabaja en Cataluña y quiere ser
catalán»… y Mas añadió que es catalán quien además tiene puntos.
   El nacionalista propuso crear el carné del buen inmigrante, a través del
cual éstos irán acumulando puntos a medida que vayan dando muestras de
integración. Estos puntos son el peaje que los inmigrantes tendrán que
pagar para acceder a servicios sociales, sin contar la sanidad y la
educación, que son servicios básicos a los que el inmigrante tiene acceso
sin necesidad de tener papeles. La propuesta de Mas acaparó ayer las
portadas de los periódicos y la retahíla de reproches que los políticos se
lanzan en tiempos de campaña. Incluso los socialistas, que en un principio
no quisieron entrar en este juego para no dar publicidad a los de CiU, se
animaron a criticar la propuesta de Mas.
   José Montilla acusó al
líder convergente de «dividir» y «crear problemas» con esta propuesta que
calificó de «publicitaria». Para el candidato socialista, la iniciativa de
CiU «es absolutamente ridícula» y destinada «exclusivamente a la galería,
a distraer el personal y al consumo mediático», a su entender para nada
porque «no aborda el problema de la inmigración». Por todo esto, Montilla
emplazó a Mas a que en un futuro haga propuestas que «solucionen
problemas, no que los generen».
   De la originalidad al disparate
   Aprovechando que se le había preguntado sobre la propuesta de CiU, Montilla
habló de la suya. El socialista aboga por «favorecer la integración de la
inmigración legal, de la que paga sus impuestos, que trabaja, que tiene
voluntad de integrarse y de conocer nuestra cultura y costumbres, algo que
no se hace mediante un carné por puntos».
   Más contundente
fue el candidato del PP, Josep Piqué, con la propuesta de Mas, que
calificó de «disparate» y «frivolidad política». Piqué consideró el «carné
del buen inmigrante» una «tomadura de pelo» y el reflejo de una cierta
filosofía política en la que «al final siempre se acaba distinguiendo
entre catalanes de primera y catalanes de segunda». Tras la ola de
críticas que ha levantado esta iniciativa, Piqué emplazó a Mas a
retirarla. En su opinión, lo que ha pretendido CiU con este planteamiento
es ser «original», pero lo que han conseguido es presentar «un enorme
disparate».
   La iniciativa de CiU también provocó duras críticas
entre los inmigrantes. El presidente de la Asociación de Trabajadores
Inmigrantes Marroquíes en España (Atime), Kamal Ramouhni, la consideró
«disparatada y racista» por «utilizar» a este colectivo «como mercancía
electoral», mientras que para Raúl Jiménez, portavoz de la Asociación
Hispano – Ecuatoriana Rumiñahui, el carné es una medida «absurda,
discriminatoria y demagógica».
   
   Pero
Mas no hizo caso a ninguno de los consejos que lanzaron sus contrincantes.
Defendió su propuesta e invitó al resto de candidatos a que «tengan ideas
y no se dediquen sólo a criticar las iniciativas de CiU».
   

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