Las encuestas internas dan a los nacionalistas hasta 55 diputados en el Parlament, pero revelan que la suma del PSC, ERC e ICV – EUA, podría alcanzar la mayoría absoluta si el PP no consigue repetir los resultados de 2003 Al jefe de campaña de Artur Mas, David Madí, aún le queda mucho trabajo por hacer. Ha conseguido que todos los candidatos hablen de CiU, pero, los informes y sondeos que maneja Madí no permiten a la federación cantar aún victoria, a pesar de la ventaja que saca Mas al candidato socialistas, José Montilla. Demasiado pronto para celebrar una victoria que no ha llegado con un banquete pantagruélico.

De hecho, los spin doctors de Mas, los miembros del Laboratorio del doctor Madí, temen que Esquerra Republicana obtenga un resultado mejor de lo que pronostican los sondeos y robe a CiU los tres escaños que evitarían que el tripartito sume mayoría absoluta y arrebate la presidencia a Mas, a pesar de que este obtenga una ventaja sobre el PSC superior a 15 escaños.

El agresivo marketing electoral de CiU diseñado por Madí – al que muchos de sus adversarios lamentan haber tratado como un político barbilampiño – empezó con el DVD ConfidencialCat sobre la gestión del tripartito, siguió con la firma ante notario del contrato con los catalanes de Mas y, el jueves, con el carné de catalanidad para inmigrantes.

Ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los adversarios electorales del presidente de CiU, sindicatos y ONG cargaron contra Mas por su propuesta de ofrecer beneficios sociales a través de créditos a los inmigrantes que acrediten mayor grado de integración. Pero las críticas por su concepto de cómo asistir a los menesterosos no sólo no parecen molestar a Convergència. Los dirigentes de la federación parecen encantados de centrar los ataques del resto de fuerzas políticas. Lo consideran un síntoma de que su campaña funciona. De celebrarse ahora los comicios, antes del ecuador de la campaña, Mas lograría casi 55 escaños por los 37 que los sondeos internos de CiU otorgan al PSC, aseguran fuentes de Convergència. Un buen resultado, sí, pero insuficiente para garantizarles la Generalitat.

A pesar del exiguo resultado que los sondeos otorgan a Montilla, los dirigentes nacionalistas son conscientes de que el PSC podría alcanzar los 68 escaños de la mayoría absoluta sumando los suyos a los de ERC – que podría llegar a obtener 19, sólo cuatro menos que en 2003 – e ICV – EUA – que pasaría de nueve a 12 diputados – .Sólo si el PP lograra aguantar en 14 escaños, Mas tendría garantizado que el tripartito no suma, aunque, en ese caso, gobernaría en solitario porque no quieren contagiarse de la imagen carpetovetónica del partido de Josep Piqué. Sin embargo, el PP, según los expertos en demoscopia de los nacionalistas, no aguantará.

Dirigentes de CiU aseguraron a EL MUNDO: «Estamos rozando la victoria, pero no es segura. Si no logramos tres diputados más de los que nos dan las encuestas, podría ser presidente Montilla».Encuestas en mano, consideran que si Esquerra aguanta y el PP baja de los 15 a lo 11 escaños, el tripartito será una realidad.Las citadas fuentes precisan que tienen «muy claro» que los tres diputados en liza están «en la frontera con ERC», por eso han diseñado la campaña como si tuvieran que tejer una telaraña propia de una tarántula para atrapar tantos votos nacionalistas como les sea posible.

Algunos analistas políticos, sin embargo, dudan de que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, permita a Montilla reeditar el tripartito si CiU aventaja al PSC en 15 o más escaños. La dirección de la federación deja claro que Zapatero «no es de fiar», a pesar del reciente apoyo nacionalista a los presupuestos del Estado.