El Gobierno llevó ayer su ofensiva para lograr la colaboración de la UE en la lucha contra la inmigración ilegal a la cumbre informal celebrada en Lahti (Finlandia). Zapatero pidió cambios en la legislación internacional para resolver el problema de los menores de edad, que no pueden ser devueltos a sus países de origen, y en el derecho humanitario del mar que impide la repatriación de los náufragos que son rescatados en el mar. Aunque teóricamente todos los países de la UE estuvieron de acuerdo en tomar en consideración éstas y otras medidas propuestas por el Gobierno español – como la de abrir oficinas en los países de origen para ordenar el flujo de inmigrantes – , Zapatero volvió a escuchar ayer reproches hacia su política de inmigración. El presidente Chirac reiteró la queja sobre el proceso de regularización llevado a cabo sin contar con los socios de la UE.