"En realidad son los países pobres los que están ayudando a los ricos, y no al revés"

Diario de noticias de Gipuzkoa, 18-10-2006

“En realidad son los países pobres los que están ayudando a los ricos, y no al revés”

Susan George, ayer en la plaza de Gipuzkoa.Foto: gorka estrada


miguel cifuentes

donostia. Políticas de inmigración que eliminen la deuda externa de los países de origen, mayor implicación en el reparto de los recursos, colectivos frente a individuos para hacer frente a la pobreza… Muchas serán las ideas centrales de la conferencia que Susan George, líder antiglobalización, ofrecerá esta tarde (Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza) en Donostia. Muchas temáticas, pero un único objetivo común: aportar un granito de arena en la lucha contra la injusticia que impera en buena parte del hemisferio sur.

La sociedad internacional de los países desarrollados no se cansa de lamentar la pobreza y de culpar a la clase política de ello, pero su implicación es, en apariencia, insuficiente. ¿Existe cierta hipocresía?

La política es muy importante, pero los ciudadanos, conjuntamente, pueden hacer muchas cosas. Y, aunque no estoy en contra de los gestos individualistas, creo que el éxito pasa por que la gente se organice a través de asociaciones. Por otro lado, mientras permitamos que el mercado tome las decisiones, la pobreza quedará profundamente enraizada. Se dará a los que tienen y se quitará a los que no. En los últimos 25 años, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Internacional del Comercio lo han privatizado todo. Y se necesitan programas estatales. Tienen que ser los Estados quienes inicien el ataque a la pobreza, y es difícil hacerlo mediante organizaciones privadas. No es posible abordar la pobreza con seriedad sin contar con las entidades públicas.

¿Qué valoración realiza de las ayudas que los países del Sur reciben en la actualidad de los Estados que conforman el eje Norte del planeta?

Gran parte de esa asistencia tiene que ver con las compras de nuestros países, y gran parte de lo que se clasifica como ayuda son préstamos que se tienen que devolver y que acrecientan la deuda. Ésta sigue machacando a las zonas empobrecidas. Lo cierto es que damos bastante menos de lo que recibimos desde el Sur. Según la ONU, la transferencia neta del Sur al Norte, es decir, lo que ayuda el Sur al Norte restando las aportaciones de este último, se cifra en 240.000 millones de dólares. Entonces, son los pobres los que ayudan a los ricos, y no al revés.

Europa, y España en particular, atraviesan una situación muy delicada en materia de inmigración. ¿Cuáles son, a su juicio, las políticas más adecuadas en este ámbito?

Lo primero sería abolir la deuda de los países del África subsahariana y, como condicionante para la cancelación total, asegurarse de que los gobiernos implican a su ciudadanía en las decisiones. Además, habría que celebrar una conferencia internacional en relación a los precios fijos aplicables a los productos de los países más pobres, y cambiar nuestra política agrícola por completo.

Durante la presentación de su conferencia ha asegurado que a nadie debe sorprenderle la inmigración.

Cuando no hay alternativas, y si eres joven, tienes fuerza y capacidad de trabajo, la inmigración es una de las pocas opciones que tienes. Nuestros países, de alguna manera, son los responsables de esta situación, y no basta únicamente con tratarla con métodos represivos, que además no son efectivos. Hace falta un esfuerzo exhaustivo. En ese sentido, y en la lucha contra la pobreza, Gipuzkoa es un buen ejemplo para el conjunto de España y para otros gobiernos. En algunos países, el dinero que envían los emigrantes es la principal fuente de ingresos.

¿Cómo valora la entrega del Nobel de la Paz a Muhammad Yunus?

Ha hecho un buen trabajo y creo que el comité empieza a entender quién tiene que recibir el premio, pero pienso que los microcréditos siguen siendo individualistas. Prefiero los préstamos a pequeños grupos.

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