500 prostitutas 'engañadas'

Desarticulan dos bandas que llevaban a mujeres búlgaras a Lanzarote y Fuerteventura

Canarias 7, 18-10-2006


Santa Cruz de Tenerife
Más de 500 mujeres, en su mayoría búlgaras, han sido víctimas de un grupo internacional que las introducían para su explotación sexual en Canarias y que ha sido desarticulado en una operación conjunta de la policía española y búlgara

Las víctimas, en su mayoría procedentes de pequeñas ciudades búlgaras, eran reclutadas mediante anuncios o fichadas por personas con promesas de “trabajo honesto” como camareras en bares de Fuerteventura o Lanzarote, declaró el director del servicio nacional de Policía, comisario Valentin Petrov.

En la operación policial se han detenido 33 personas, entre ellas catorce mujeres que se encontraban en situación ilegal en España.

Las investigaciones sobre la red desarticulada en Fuerteventura se iniciaron en julio de 2004, tras la denuncia de dos mujeres en la Comisaría de Maspalomas (Gran Canaria), donde afirmaron haber sido explotadas y prostituidas en varios locales y viviendas en Lanzarote y Fuerteventura.

Según dijeron, el cabecilla de la organización era un ciudadano búlgaro, Kiril V.D., alias “Kiko”, y la red estaba compuesta por búlgaros y españoles, indica la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

Tras esa denuncia, hubo otras posteriores en varias comisarias del archipiélago de varias mujeres que aseguraban ser explotadas sexualmente.

Todas ellas eran originarias del este de Europa, la mayoría de Bulgaria, donde colaboradores de la organización captaban a las mujeres y les prometían un trabajo bien remunerado en Canarias.

En ocasiones, las víctimas sabían la actividad que debían desarrollar en España, pero en su mayoría desconocían el importe de la deuda que contraían con los explotadores en concepto de gastos ocasionados por el traslado.

Para satisfacer su importe tenían que ejercer la prostitución en diferentes locales de las islas durante un largo período de tiempo.

Una vez que las mujeres eran trasladadas a Lanzarote y Fuerteventura, eran controladas por los miembros de la red, que las agredían físicamente si no accedían a sus peticiones.

Como parte de la operación policial, se realizaron tres registros en dos chalets utilizados como prostíbulos de lujo y en un club de alterne en Fuerteventura, en los que se intervinieron 6.000 euros en efectivo, tres ordenadores portátiles y cinco dispositivos para el cobro mediante tarjeta de crédito y una cámara fotográfica digital.

Igualmente, fueron intervenidos pasaportes y diversa documentación de ciudadanas extranjeras, así como cartillas bancarias y múltiples resguardos de envíos de dinero.

Los detenidos en Fuerteventura son doce personas: seis de nacionalidad búlgara, una de Albania y cinco españoles.

En cuanto a la red desarticulada en Lanzarote, en esa isla fue detenido otro de los cabecillas búlgaros, Tihomir P.P., encargado de la distribución por diferentes clubs de las mujeres que controlaba junto a varios compatriotas.

Los trámites necesarios para la entrada ilegal en España corrían a cargo del español, Carlos José S.M., propietario de uno de los clubs.

En los establecimientos trabajaban jóvenes rumanas, búlgaras, serbias, rusas y paraguayas, algunas de las cuales se encontraban en situación ilegal en nuestro país.

La red desarticulada en Lanzarote estaba compuesta por ocho personas: dos búlgaros, dos españoles, un ecuatoriano, una eslovaca, una ucraniana y una dominicana, todos ellos detenidos, al igual que trece mujeres arrestadas por estancia ilegal.

También se han practicado tres registros domiciliarios e inspeccionado varios clubs de alterne situados en varios puntos de la isla.

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