Tony Blair defendió ayer la actuación de la escuela en Dewsbury que ha suspendido a una profesora que quiere vestir el velo ‘hijab’ y reclamó un debate global sobre la integración de los musulmanes. En una de sus regulares conferencias de prensa mensuales, Tony Blair señaló ayer que la responsabilidad de la decisión de suspender a la profesora de Dewsbury por querer llevar velo corresponde según la ley a la Autoridad Local de Educación, en el sistema descentralizado británico, pero que él respalda la manera en la que han tratado el asunto.


El primer ministro británico se había preparado para responder a una cuestión que ha creado un intenso debate nacional en los últimos días y señaló que lo que ocurre en Reino Unido tiene ecos con similares problemas debatidos en Alemania, Francia, Holanda o Italia.


El debate es sobre dos aspectos, dijo Blair: “El primero es sobre cómo se integran los musulmanes en nuestras sociedades. El segundo es sobre el mismo islam y trata sobre la propia religión y sobre cómo se siente cómoda en el mundo moderno”. El líder laborista señaló que “la solución llegará del debate en el seno del islam, que tiene que alcanzar un adecuado equilibrio entre la preservación de su identidad y su integración”.