A las 7.46 horas de ayer (13.46 de la tarde en España) Estados Unidos alcanzó a los 300 millones de habitantes. Nadie sabe quién es, si un recién nacido o un nuevo inmigrante que cruzó sus fronteras. «Es como un cumpleaños. Te paras a pensar por un momento, a recordar y a mirar al futuro», dijo Howard Hogan, funcionario de la Oficina del Censo que informó de la efeméride que sitúa a EE.?UU. como el tercer país más poblado del mundo, después de China y la India.


El hito no habría sido posible sin los inmigrantes, en su mayoría hispanos. Alrededor del 40% del crecimiento de la población es fruto de la inmigración, tanto legal como ilegal, el 36% son latinos. El resto proviene de los nacimientos, un capítulo en el que también han puesto su grano de arena los llegados de otros países.


Del total de habitantes, el 12% (40 millones de personas) son inmigrantes. De estos, 12 millones son indocumentados, más de la mitad mexicanos.


A pesar de ser una de las noticia más comentadas, el Gobierno no organizó ninguna celebración especial, como hiciera 39 años atrás al alcanzar los 200 millones. Para muchos, la razón es evitar calentar el debate sobre la inmigración ilegal que polariza al país a tres semanas de las elecciones legislativas. «Casi la mitad del crecimiento de la población se debe a los hispanos y más de la mitad a los inmigrantes y a sus hijos», según William Frey, de la Brookings Institution.


También empañaron la noticia las teorías que señalan como el rápido crecimiento de la población contribuye a deteriorar el medio ambiente. Y es que pese a representar apenas el 4% de la población mundial, EE.UU. consume una cuarta parte del petróleo del planeta y arroja a la atmósfera el 25% de los gases de efecto invernadero, culpable del cambio climático.


Para el experto en demografía de la Universidad del Sur de California, Dowell Myer, apenas hay motivos para la fiesta. «Cuando llegamos a los 100 millones (en 1915) era la celebración de EE.UU. en el mundo. Cuando alcanzamos los 200 se consolidaba nuestra posición, pero en los 300 estamos empezando a derrumbarnos bajo nuestro propio peso de una calidad de vida degradada», dijo a The Washington Post .


No obstante, a diferencia de hace 39 años, los niños que nacen ahora tienen algunas ventajas. Según datos oficiales, la esperanza de vida es de 78 años, siete más que en 1967, tienen un 85% de posibilidades de acabar la educación media (frente al 55% de entonces), un 45% de tener un título universitario (frente al 34%). Si se trata de una niña, las probabilidades de incorporarse al trabajo han pasado del 43% al 59%.


Sistema de pensiones


El punto crítico llega cuando se habla del sistema de pensiones, que según los expertos estará en bancarrota en el 2030 si no se modifica antes. Otra características de los más jóvenes es que tienen más probabilidades de ser solteros, pues estos ya superan el número – desde este fin de semana – a los casados, que en Manhattan, considerado por muchos como el Disneyland de los sin pareja, sólo llegan al 26%.


El dato de los 300 millones se obtuvo cotejando las tasas de nacimientos (uno cada 11 segundos), muertes (una cada 13) e inmigración (uno cada 31). El número que hará el habitante 400 millones nacerá en el 2043. Para finales del siglo XXI ya serán 600 millones.