Zapatero y Prodi reclamarán a la UE más recursos para inmigración
El Mundo, 17-10-2006El presidente pide «acción» para «regularizar las expectativas de vida» El primer ministro italiano apuesta por potenciar el «peso mediterráneo» MADRID. – José Luis Rodríguez Zapatero y Romano Prodi pedirán el próximo viernes al resto de los socios del Consejo Europeo mayor disponibilidad financiera y un compromiso claro de cooperación para intentar controlar el flujo de inmigrantes subsaharianos hacia los países que forman la frontera sur de la Unión.
El presidente del Gobierno español y el primer ministro italiano revelaron ayer su intención de asistir a la Cumbre informal de Lahti (Finlandia) con iniciativas concretas que deberían tener la fuerza suficiente como para movilizar una acción decidida de los 25 frente al problema creciente de la inmigración ilegal.
Las propuestas patrocinadas por Madrid y Roma deberían consagrarse definitivamente en el Consejo Europeo de diciembre y constituir la base de una verdadera política común sobre inmigración, para la cual habrá que consensuar algunos cambios en el proceso institucional de toma de decisiones.
El mensaje que subyacerá tras las propuestas hispano – italianas (que, según Prodi, cuentan ya con el apoyo del resto de los socios mediterráneos de la UE ) será en palabras de Zapatero, el de reclamar «unidad y determinación» para afrontar el problema.
El presidente del Gobierno explicó que en Lahti planteará tres prioridades: la primera será la de impulsar la cooperación de la UE con los países emisores y de tránsito de la inmigración; la segunda se centrará en la urgencia de asegurar el control de las fronteras exteriores comunitarias, y la tercera, en la necesidad de aprobar más recursos para hacer frente a una situación que, insistió, afecta «a toda la Unión».
Ayuda a países emisores
Zapatero explicó que, en el primero de estos tres puntos, incluirá la demanda de que la UE incremente su cooperación con los países emisores y de tránsito de inmigrantes por tres vías: aumentando la ayuda al desarrollo; canalizando más inversiones, y controlando adecuadamente los flujos migratorios.
Sobre este último aspecto, el presidente del Gobierno hizo referencia al debate suscitado en la Unión a cuenta del proceso de regularización de 600.000 inmigrantes ilegales que llevó a cabo España en 2005. En su opinión, la «prioridad» de la UE debería ser precisamente facilitar que personas que viven en la «desesperanza» tuvieran «mínimas expectativas» de regularizar sus vidas.
«Si se pusiera muchísimo más esfuerzo y mucha más acción política para regularizar las expectativas de muchos ciudadanos», no se caería en debates que, aseguró, «no ponen en el mejor de los terrenos lo que ha de ser el modelo de convivencia europeo».
En relación con el segundo objetivo – el control de las fronteras – , Zapatero reclamará de la Comisión Europea un mayor empeño a la hora de «responsabilizar a todos los países en una tarea que debe de ser común». En otras palabras, se trata, tal y como precisó Romano Prodi, de conseguir que mecanismos como Frontex cuenten con el respaldo y los recursos de todos los socios.
En tercer lugar, el presidente añadió la necesidad de que los 25 pongan más recursos – «disponibilidades financieras y presupuestarias», dijo – para actuar en este terreno.
Por su parte, el primer ministro italiano insistió en la idea de que «el acercamiento al problema debe ser unitario», con iniciativas concretas porque «el fenómeno», recalcó, «no es temporal o casual, sino sistemático». Para Prodi, el ejercicio conjunto que harán en este caso España e Italia va más allá de la crisis de la inmigración.
Ayer, el primer ministro italiano sacó a relucir su pasada experiencia como presidente de la Comisión Europea y, en buen medida, como catalizador de las aspiraciones e intereses de todos los socios de la UE, para recordar que el flanco mediterráneo «no ha alcanzado todavía el peso que debe tener». «Debemos», afirmó, «trabajar para reposicionarnos dentro de Europa».
Al margen del problema de la inmigración, el presidente del Gobierno español también fue interrogado acerca de su renuncia a intentar que España entre a formar parte del G – 8, el grupo de las naciones más industrializadas e influyentes del planeta.
El presidente aseguró que no rechaza nada, aunque afirmó también que, por el momento, este asunto no se encuentra entre sus prioridades.
Zapatero echó mano de la experiencia vivida en la etapa de Gobierno de José María Aznar, un presidente que, recordó, planteó la aspiración de España a entrar en el citado club y «lo anunció a bombo y platillo» para, finalmente, quedar todo en una «frustración».
Según el presidente, lo más recomendable es «ser cautos» y dejar que las cosas se produzcan «de forma natural».
(Puede haber caducado)